Querida Penny,
Disculpa por no irte a recibir al puerto, pero
he tenido que salir para un viaje urgente. Cuando leas esta carta ya habré
partido de Itaca. No creas que estoy aprovechando que has ido a visitar a tu
mamá, ni que me estoy ausentando porque sé que traes a mi suegra “a visitar a
su hija un tiempito”. No, lo que pasa es que me han convocado para la selección
griega de guerra, que se va a jugar un partido allá por Troya. Tú sabes que no
puedo faltar a este tipo de compromisos, porque todos dicen que soy el cerebro
del equipo, y no puedo defraudarlos. Además esta vez se ha reunido todo el
“Dream Team” de Grecia, Ahí van a estar Ayax, Telamón, Néstor, Agamenón, que es
el capitán del equipo, Menelao, y hasta se han conseguido a Aquiles para la
ofensiva. Aquí entre nos, Aquiles está inflado por la publicidad. Una vez en un
partido, Teucro lo pateó en el talón y el hombre se quejaba como si se fuera a
morir. De todas maneras, es el mejor punta de lanza que tenemos.
Yo sé que tú vas a decir que esta no es época
de campeonato y que Troya ni siquiera está en la liga de Guerra Profesional,
pero este es un caso especial. No nos vamos a jugar una copa y una caja de
cervezas, como las otras veces. Ahora nos vamos a jugar el honor de Menelao y
vamos a hacer que regrese su esposa Helena. ¿Te acuerdas de Helena, verdad? Es
esa chica que se casó con Menelao y que cuando fuimos a la boda tú me dijiste
que con esa cara de mosquita muerta un día de estos se iba a ir con el primero
que pase. Pues eso es exactamente lo que pasó. Paris, el príncipe de Troya, fue
a visitar a Menelao y este le dijo que se podía llevar lo que más le agradase
de la casa. Y lo que más le gustó fue precisamente Helena. Entonces fue que
Menelao tocó el cuerno para convocar a todo el equipo y quitarse el cuerno de
la cabeza. Así como ves, no puedo faltar a la cita.
Entenderás que esto no es una excusa para
escaparme e irme a tomar con mis amigos, esto es cosa seria. Pero no te
preocupes, esto se termina en un ratito y regreso antes de que tu madre termine
de desempacar sus maletas y se le ocurra quedarse a vivir en la casa. Los
troyanos no tienen un buen equipo como nosotros. Es cierto que tienen una buena
defensa, pero allí el único que la domina es Hector, que es el capitán del
equipo. Tú sabes que a mí no me gustan los viajes largos, que son una odisea
para mí, así que trataré de ganar la guerrita, recoger a Helena y regresar
rápido a casa.
Por si acaso, no le llegué a pagar al chico
que reparte el periódico, dile que siga trayéndolo y que yo le voy a pagar
apenas regrese. Cuida también a mi perrito Argos, que está cachorrito y se pone
a aullar cuando no estoy. Mientras regreso, puedes aprovechar para avanzar en
tus clases de tejido, que siempre te quejas de que tienes que deshacer lo que
has hecho para corregir los errores.
Muchos besos para ti, y para el bebé, cuídense
mucho. Ya te contaré cuando regrese de nuestro triunfo. Vas a ver como entramos
a Troya a caballo.
Tu esposo.
Ulises.
Un saludo desde Suecia!
ResponderBorrarjajajajaja
ResponderBorrarnotableeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!