domingo, 22 de marzo de 2020

Los tests más tontos


En estos días en que no voy al trabajo, me he dado cuenta de todo el tiempo que perdía en el trayecto desde mi casa a la oficina, y el tiempo que perdía en conversaciones con los compañeros, viajes al vendomático por un bocadito de media mañana, y en mirar el reloj para ver cuánto falta para el almuerzo o para la salida. Todo ese tiempo ahora lo paso sentado sentado frente a la computadora de mi casa trabajando.
El resultado es soy más eficiente, pero demoro más pensando en qué hacer. Es que esos ratos que parecían perdidos en realidad eran para oxigenar el cerebro y que las ideas puedan airearse un poco. Ahora parece que tengo que buscar una nueva forma de esa pequeña procrastinación que me despejaba la mente. Afortunadamente ahora puedo abrir varios sitios de internet mientras trabajo sin miedo a ojos curiosos. Ahora conozco todas las características de mi signo zodiacal, las curiosidades de películas y series, y recomendaciones de expertos para todos los hobbies que tengo. Agotados estos temas, estoy haciendo tests de personalidad en línea, escogiendo los más tontos para no pensar y dar un descanso a mi cerebro. Aquí algunos de los resultados para que mis lectores me conozcan un poco más y a la vez se diviertan un poco.

¿Qué casa de “Game of Thrones” eres?: Los resultados del test son inapelables. Me tocó ser de la casa Arryn, familia de mucha alcurnia y honor, pero con mucha, mucha mala suerte. Yo que quería ser respetable como los Stark, o tener mucho dinero como los Lannister, me toca precisamente la familia que trata de no meterse en problemas y mantenerse al margen para terminar pagando los platos rotos de los demás.

Si fueras una nota musical ¿Cuál serías?: Nuevamente no soy lo que quiero. Pude haber sido un “do”, al que todos miran para empezar, el que organiza a los demás, pero no. Soy un “re”, que es el que sigue al jefe, que no es muy agudo, pero tampoco es tan grave. Una nota de segunda, definitivamente. Esto de los test tiene sus bemoles, sin duda.

Si fueras un tipo de letra de Word ¿Cuál serías?: Aquí sí estoy muy definido. Soy el Comic Sans, que es uno al que nadie toma en serio, que no verás nunca en los grandes documentos, pero al menos trae una sonrisa a tu boca. No soy importante como el Swiss Bold, ni me verás en todas partes como el Times New Roman. Ni siquiera soy de los más divertidos como el Windings.

¿Qué tipo de celular eres?: Ya sé que no soy un IPhone ni un Samsung, pero ¿Cuál soy? ¿Seré un Nokia, duro y aguantador? ¿Seré acaso un Xiaomi, sin tanto glamour pero a la altura de las circunstancias? ¿Siquiera un Sony? No, soy un LG, un poco desfasado, que no es el que le enseñas a todo el mundo, pero que sirve para el propósito y te puede dar alguna sorpresa agradable.

¿Qué pitufo eres?: Este test lo hice sabiendo de antemano el resultado. Soy Tontín, con algunos rasgos de Filósofo, pero Tontín. Creo que para esto no necesitaba test, y por eso tampoco me molesto en hacer el test para saber cuál de los siete enanos soy, ni qué Pokemon soy.

¿Qué virus eres? Este test está de moda, pero no me salió ser uno de los virus de moda, sino algo simple como la salmonela. Ahora me pregunto si ser el Coronavirus o el de la gripe aviar lo hace a uno sentirse más importante.

Al final, creo que voy a inventar mi propio tipo de test que se llame “¿Qué tipo de test de personalidad eres?

jueves, 12 de marzo de 2020

Frases twitteables 54


- Oye, ¿Has escrito algo últimamente?
- No, pero tengo bastantes frases twitteables para poner por aquí...
- ¿Otra vez?
- Sí, así está la situación ahora.
- Pero, antes siempre tenías una historia tonta... Ahora son solo pedacitos de tonterías los que pones... Es como servir solo entremeses y ningún almuerzo.
- Para la próxima, te lo prometo.
- Al menos es mejor que nada... Vengan las frases, pues...
  • Alguna vez alguien me dijo: “Siempre tengo un buen libro en mi mesa de noche. Nunca se sabe cuándo aparecerá una araña o una cucaracha que tenga que matar”. 
  • Cuento de Halloween: Érase un zombie tan pobre que no tenía dónde caerse muerto. Era un muerto de hambre. 
  • ¿Han notado que nadie ha reportado nunca la aparición del fantasma de alguien que dedicó su vida a demostrar que existe el más allá? 
  • En la iglesia de mi pueblo, los escalones eran altísimos, lo que siempre me pareció lógico, pues para entrar o salir era necesario un salto de fe. 
  • De pronto, la gente empezó a parecerse a sus celulares: algunos se apagan por falta de batería, otros vibran y hacen bulla para avisar que tienen algo que decir, y otros se ponen en modo avión. 
  • La gente se queja de aquellos que tienen la mente sucia, pero también está mal visto hacerles un lavado de cerebro.
  • “Dime con quién andas y te diré quién eres” Luego vienen otros a acusarte de discriminar a los que no son como tú. 
  • He visto lugares maravillosos: grandes ciudades de palacios de cristal, lagos infinitos que reflejaban el cielo, fuentes que al beber de ellas concedían los deseos, jardines con todos los colores que la mente puede concebir… Así murió, cruzando el desierto. 
  • No es que quiera decepcionarte, pero mi plan B es igual de tonto que el plan A. 
  • No, no soy Machista, decía el que ofrecía clases de manejo a mujeres en un auto blindado. 
  • No sé si eso que se ve a lo lejos es la luz al final del túnel, o es alguien que brilla por su ausencia. 
  • Un amigo se quejaba de sus vecinos que discuten a voz en grito todas las noches. Lo peor es que discuten de política, me dice. 
  • La desazón de ver a los demás escribiendo sobre política y los grandes temas, y uno aquí, twitteando tonterías.
  • Mi idea de laberinto imposible es un solo camino recto. La gente querrá siempre desviarse hacia la derecha o hacia la izquierda y se perderá. 
  • Me regalaron un libro sobre cómo evitar la procrastinación, pero hasta ahora no lo abro, siempre me distraigo en otras cosas. 
  • Si pudiera empezar todo de nuevo, haría todo de la misma manera. No por que quiera ni porque crea que es la mejor manera, sino porque no sé hacerlo de otro modo. 
  • Un día de estos encontraré en el horóscopo algo como: “Cuídate hoy de los Tauro, están planeando algo contra ti, en cambio los Capricornio están desprevenidos, aprovecha la oportunidad”. 
  • Nunca es tarde para empezar de nuevo. Esto lo descubrió mi vecino anoche a eso de las 3 de la mañana. 
  • Que alguien me diga si este año los regalos de navidad van a venir envueltos con papel reciclado, biodegradable, o directamente sin papel de regalo. 
  • Creo que en estos tiempos se está poniendo de moda la estética bonsai: Departamentos bonsai, Hamburguesas bonsai, autos bonsai… 
  • Cada vez que escucho una canción de mi adolescencia con el comentario de que “es un clásico”, me siento como un anciano que fue a la escuela con Beethoven. 
  • He descubierto que las opiniones sobre mí están divididas, unos piensan que soy solo un tonto inofensivo, mientras que otros opinan que soy un tonto peligroso. 
  • Mi idea millonaria para Navidad son juguetes a cuerda y promocionarlos como accionados por motores ecológicos que no contaminan ni dejan residuos nocivos para el medio ambiente. 
  • Esta es la época del año en que me gusta comprobar la cultura de la gente preguntándole por el mejor libro del año. 
  • Otro año en que un meteorito gigante no le atina a la tierra y me obliga a entregar el trabajo en la fecha indicada.

lunes, 2 de marzo de 2020

La conspiración del coronavirus


No soy dado a las teorías de conspiración, pero ahora que se ha puesto de moda el corona virus, me he puesto a pensar en algunas cosas que como mínimo, causan sospechas.

Como sabemos, cada cierto tiempo se pone de moda algún virus, más o menos cada vez que la situación internacional se pone aburrida y las agencias de noticias necesitan algo que interese a la gente, para que no pase lo que pasó a principios de los 90, cuando la caída de los regímenes socialistas puso a los noticieros tan aburridos que varias agencias estuvieron a punto de quebrar, sin mencionar a los fabricantes de armas, que por primera vez tuvieron que lanzarse a la calle a buscar clientes. El vecindario de las enfermedades apocalípticas se ha ido poblando desde entonces con nuevos inquilinos, cada uno lleno de empuje y ganas de hacer las cosas. Hemos tenido el ébola, la gripe aviar, el H1N1, y ahora el chico nuevo del barrio, que promete al fin acabar con la humanidad y darle su merecido lugar a las cucarachas, que tanto tiempo llevan esperando para hacerse cargo del planeta.

Bueno, a lo que iba, a la conspiración. Si yo fuera un científico loco que quiere acabar con el mundo, es lógico que empiece por China. Allí hay mucha gente, y aunque el porcentaje de contagio sea mínimo, igual eso significaría un montón de chinos enfermos. Ya algunos empezarán a decir “Ajá, es Donald Trump el que soltó el virus para cerrar las fronteras a los productos chinos”. Pero ese argumento no se sostiene. Para el que no lo sabe, los principales productores de mascarillas, artículos de limpieza y medicamentos son justamente los chinos, de modo que si están teniendo problemas con algunas exportaciones, por otro lado se está haciendo un enorme negocio con las ventas de productos anti corona virus. Resultaría entonces que China está creando al mismo tiempo la oferta y la demanda. Y todo al costo de unos pocos chinos, que no hacen diferencia en la población ni los van a extinguir. Sé que esto suena inhumano, pero me consta que los chinos no le tienen tanto aprecio a la vida como nosotros, yo que he trabajado con chinos que consideraban las medidas de seguridad laboral como un estorbo y se arriesgaban en la planta como si de verdad fueran inmortales.

¿Quién podría entonces ser el causante de esta epidemia? Puede ser alguna sociedad secreta empeñada en hacer que Nostradamus al fin acierte con alguna predicción, después de tantas vergüenzas que ha pasado en los últimos años. Lo de la sociedad secreta tiene un argumento a favor, el que este sea la epidemia con nombre más comercial que hemos visto. ¿A1H1? Ese nombre suena a ciencia ficción, no tiene punche. ¿Ebola? No suena a nada, no es pegajoso. ¿Ántrax? Muy científico, parece producto de limpieza. En cambio “Corona” sí tiene pegada, recordación y simpatía. Si de teoría conspirativa se trata, yo votaría por los marcianos, porque esto parece más bien el argumento de “La guerra de los mundos” al revés, en vez de derrotar a los extraterrestres con el virus del resfrío, ellos nos exterminan a nosotros.

 El otro tema que me ha dejado pensando es el de las medidas de seguridad que se plantean para evitar el contagio. Los norteamericanos, como siempre, lo primero que hacen es cerrar las fronteras a los países que les caen mal. Ya empezaron con los chinos y los iraníes, y estoy seguro que a la primera excusa les cerrarán la puerta a todos los musulmanes y luego a todos los latinos, aunque no tengan vela en el entierro. Además, están prohibiendo los abrazos, besos, y cualquier forma efusiva de saludo. Esto será entonces el paraíso para los puritanos y para los ingleses, que por fin verán su flema aceptada en todo el mundo.

 Yo acepto que se tomen precauciones, que al fin y al cabo son las mismas que se deberían tomar en caso de un resfriado común, pero quitarnos nuestra forma de saludar es atentar contra la esencia de sudamericanos, españoles, portugueses e italianos. Solo nos quedaría saludarnos por celular, que todos sabemos que es un invento norteamericano, porque no puede abrazar ni darse un beso por saludo, como hacemos acá. Quieren que no conversemos con extraños, que no seamos efusivos, que sospechemos del vecino, es decir, quieren que nos volvamos white americans. Esa si es una conspiración siniestra. El día que vaya a Estados Unidos y conozca a Scarlett Johanson ¿creen que voy a dejar pasar la oportunidad de darle su correspondiente apapacho y un beso por cachete, como hace un latino bien criado? Seguro que me arrestarán, me juzgarán y me deportarán como transmisor de un virus mortal, por eso aún estoy sopesando la situación a ver si vale la pena el riesgo. Pronto tendrán noticias.
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