sábado, 28 de julio de 2018

Frases twitteables 48



¿Qué frases son las mejores para pasar el rato? Qué frases que pueden detener las conversaciones cuando se lanzan de pronto? Se contaba en mi pueblo hace muchos años que hubo un personaje muy ingenioso, que tenía la única funeraria del pueblo, de quien se decía que tenía frases verdaderamente lapidarias, y a quien venía gente de otros pueblos a visitar para escuchar los chistes que sabía contar durante los velorios. Se reconocía su trabajo en las lápidas había colocado, no por la finura de trabajo, sino por las inspiradas frases que ponía en ellas. Ganada fue su fama de tener literalmente la última palabra, lo cual fue al final su perdición, pues cuando le tocó a su vez fallecer nadie sabía qué escribir sobre su tumba, y por eso su lápida quedó en blanco, en un inconsciente homenaje a su labia y a la falta de imaginación de sus hijos y paisanos. Hoy diríamos tal vez que inventó el twitter hacia el más allá, y por eso estas frases también intentan ser frases para morirse, o mejor, para matarse.
  • Muy contento Julio César por haber sobrevivido al martes 13, pero al día siguiente llegaron los idus de marzo. 
  • La pregunta tonta del día: Si llega el fin del mundo... ¿Podré dejar de preocuparme por mi futuro? 
  • Si tuviera una máquina del tiempo, lo usaría para llevar a varios políticos al pasado, y los dejaría allí para que se los coman los dinosaurios. 
  • - Hoy vamos a jugar a ser filósofos griegos. - ¿Quieres ser cínico, hedonista, o peripatético? 
  • Este tweet no está disponible porque incluye contenido que potencialmente puede volver irreversiblemente tonta a algunas personas. 
  • Hay gente que intenta clonarse, y solo obtiene a su gemelo malvado. 
  • Ultimamente la computadora quiere que confirme que no soy un robot tantas veces que ya estoy empezando a dudar… 
  • Algunas mujeres saben sacar lo mejor de nosotros. Económicamente hablando. 
  • El infierno de Dante es todo muy organizado: un lugar para cada cosa, cada cosa en su lugar, todo funciona correctamente, incluso el sistema de justicia. Tal vez por eso se me hace tan irreal. ...
  • - Y me estarás llamando cada 20 de abril... - No te llamo porque a mí no sé quién me ha robado el mes de abril... (Incompatibilidad de caracteres musicales) 
  • Ni yo era un sapo ni ella era una princesa. Creo que ambos estábamos en el cuento equivocado. 
  • No termino de comprender a ciertas personas que quieren que halles tu propio camino y seas diferente, y a la vez te dicen que seas exactamente de la forma en que ellos quieren que seas. 
  • Todos piensan alguna vez de manera diferente a los demás. Pero solo los tontos se atreven a expresar esas ideas en voz alta. 
  • Sé que el mundo se acabará cuando en una cajita feliz venga un libro de Paulo Coelho. 
  • Con un amigo hablando de su hijo: -Ya debe estar grande ¿Verdad? - Ya llegó a la edad de odiar los lunes. 
  • Vive tu vida como si tuvieras sólo una - me aconseja mi gato. - No le hagas caso - interviene mi perro - Haz que cada año que vives valga por siete. 
  • - Hay un monstruo que vive debajo de mi cama. – Créeme que al monstruo tampoco le gusta esa situación. 
  • El médico le dijo que si quería seguir viviendo, debía dejar el cigarro, el alcohol, el café y las desveladas. Murió de todas maneras, pero de aburrimiento. 
  • Viendo la gente que paga para que otro saque a pasear a sus perros, me pongo a pensar que también alguien hace lo mismo con los humanos. 
  • Hay gente que piensa que ya todo está escrito. Si es así, tal vez también ya todo está filmado, todo está grabado y todo está fotografiado. 
  • La contradicción de la semana: Soy tan tonto que leo las instrucciones de las cosas. Por eso cuando las uso nadie cree que soy un tonto.

miércoles, 18 de julio de 2018

La leyenda del Tonto de la Colina


En ese reino insondable que es internet, existen frases, memes, imágenes y muchos cuentos que circulan y pasan de mano en mano y de página en página tantas veces que es difícil, si no imposible, rastrear su procedencia. Opiniones gratuitas, oraciones, recetas para ser feliz atribuidas a personajes famosos, teorías conspirativas, y por último, textos inclasificables. Entre estos alguien encontró alguna vez un “algo” que no se parecía a los chistes gruesos ni a los textos de autoayuda tan comunes. Eran frases, párrafos o incluso relatos completos que a primera vista parecieran estar hechos solo para reír. Muchos no pasaban de esta primera mirada, y lo olvidaban rápidamente, pero algunos lectores curiosos notaban algo en esas líneas que no solo no encajaban en el molde clásico del chiste, sino que además parecían esconder algo inquietante. Había un algo casi inasible entre líneas que parecía esconder una enseñanza arcana, una sabiduría antigua que hacía reconocibles los textos como escritos por una mano única y misteriosa.

Se sabe de algunos que siguieron la pista de estas aparentes tonterías, tarea nada fácil cuando los redactores y cazadores de clics sólo mostraban como procedencia (en los raros casos en que admitían no haberlo escrito ellos mismos) el ambiguo “encontrado en internet”. Los resultados de estas búsquedas no fueron nunca concluyentes. Pero así como internet puede difundir estos textos y llevarlos a los lugares más inesperados, también puede emprender la tarea de juntarlos nuevamente y llevarlos hacia su origen.

Una página en Facebook pudo reunir varios de estos textos, reconocibles por su humor suave y una corrección política nada forzada, para buscar al misterioso autor. La búsqueda trajo como resultado multitud de otros textos extraídos de fuentes tanto digitales como impresas, donde reconocer los escritos por el autor misterioso y descartar los falsos fue objeto de varios debates.
La búsqueda estuvo a punto de degenerar en un mero debate estilístico cuando apareció la primera pista que parecía real: Una miembro del grupo publicó lo que afirmaba era la historia real del autor esquivo.

Según la autora, los relatos escondían una historia trágica. El autor era un asesor de un importante miembro del gobierno regional en Ibiza, a quien se le descubrió un tumor canceroso. De pocos amigos y sin lazos afectivos, sólo era cuidado por su hermana en la clínica. En ese tiempo escribió en una tablet todos los cuentos y frases que circulan, y muchos más. La idea era vender los relatos a una editorial con la que ya había contactado, y ayudar a pagar los gastos de la enfermedad. Cuando este esfuerzo fracasó, el autor cayó en una depresión que agravó aún más su salud. A instancias de su hermana, inició de mala gana un blog con algunos relatos. No se interesó en promocionarlo, así que tenía pocas visitas. Para cuando el cancer avanzó hasta impedirle escribir, tenía ya cientos de relatos y millares de frases, que entregó a su hermana en la tablet. El autor murió sin haber dejado instrucciones específicas sobre el destino de todos los relatos. La hermana sobreviviente no sólo continúa hasta hoy con el blog, sino que fue ella la que abrió en su nombre la cuenta de Twitter con las frases que había dejado. Es por esa razón que ninguno de los relatos trata sobre temas de actualidad. Esta declaración, decía, hacía la búsqueda ya inútil, pues el autor había muerto hace meses.

 Varios miembros del grupo negaron la veracidad de la historia. Es cierto que varias frases en los relatos tienen usos gramaticales propios de España, y aunque hay referencias al mar en ellos, no parecen tener el tono con el que escribiría alguien que ve cercana a la muerte. Ante la cantidad de críticas y pedidos de aclaración, la miembro que publicó la historia dijo haberla obtenido de una amiga doctora en el hospital, quien llegó a conocer al autor y a su hermana, quien le refirió todo. Las críticas siguieron y causaron el retiro del grupo de la autora de la historia, con lo que el misterio de la identidad persistió.

Poco tiempo después, con las opiniones aún divididas, un miembro desde Perú colaboró con más relatos del autor misterioso, incluyendo uno en donde se refería a sí mismo como “El Tonto en la Colina”. No pasó mucho tiempo antes de que alguien declarara haber encontrado el blog mencionado en la historia de Ibiza, pero era este un blog abandonado, de origen chileno, con pocas entradas, y ninguna de ellas era alguno de los relatos. El estilo del autor tampoco coincidía con los relatos hallados. otro miembro del foro dijo haber hecho una búsqueda exhaustiva del autor en Google, wikipedia y otros. Solo encontró un blog abandonado y sin entradas en Wordpress, de donde se decía que las entradas habían sido borradas, un blog de frases sacadas de libros en Wattpad por una autora colombiana, y un blog fotográfico de un autor de Costa Rica, cuyas fotos de paisajes parecían coincidir con la sensibilidad del autor misterioso.

Otros miembros de la comunidad también hicieron búsquedas, y encontraron otros blogs del mismo nombre en Perú, México y Colombia. Al revisarlos, todos eran fanpages de los Beatles o reseñas de un libro de autoayuda con el mismo nombre, excepto uno, que mencionaba a su vez ser espejo de otro blog llamado “El Cocodrilo Sentimental”.
Fue aquí donde se encontraron varios de los relatos publicados en el grupo de Facebook. Se había encontrado al autor buscado. Sin embargo, algunas cosas aún no encajaban. El autor no respondió nunca a los mensajes enviados por los miembros del grupo, negando siempre ser el autor o incluso la existencia del blog. Alguien había invadido su cuenta y había creado el blog sin su consentimiento, según dijo. Su perfil en Facebook (encontrado por otros miembros) era consistente con lo que decía. Nada en su pasado, ni sus entradas en Facebook coincidían con el estilo de los relatos del Tonto de la Colina.

El grupo de Facebook ya para entonces había cambiado su nombre al del “Tonto de la Colina”, aunque la identidad del autor seguía en discusión. Un día, un miembro del grupo, con el alias de VMK, prometió soltar la noticia bomba: ¡Había conocido al Tonto de la Colina! La entrada se llenó de comentarios a favor y en contra durante la semana que siguió hasta que la historia fue publicada:

En Bogotá, durante uno de los trancones que sufre diariamente la ciudad, le tocó compartir el Uber con un señor de traje hacia uno de los barrios de la ciudad. Sentados ambos en la parte posterior del auto, no lograron entablar una conversación de más de una frase, y con el taxi detenido a la mitad de la avenida, el desconocido sacó de su maletín un IPad, y se puso a revisar su correo. VMK, algo incómodo, sacó a su vez su celular y revisó su Facebook. Aburrido, quiso iniciar otra vez la conversación mencionando las noticias que había recibido en Facebook, y cuando volteó no pudo creer lo que veía. El desconocido había dejado de ver su correo y estaba escribiendo una entrada de blog donde se veía claramente el título “El Tonto de la Colina”. ¡Había encontrado al autor! VMK le enseñó la página del grupo de Facebook y le expresó el honor que significaba para el conocerlo al fin. El desconocido trató de negarlo, pero la evidencia era incontrovertible. Reconoció al fin que el era el autor del blog. No conocía la existencia del grupo de Facebook, pero reconoció varios de los relatos como suyos. De otros, en cambio, rechazó la paternidad. La gente quiere creer que algunos cuentos los ha escrito quien ellos quieren, le ha pasado a Borges y a Garcia Marquez, dijo.

Al preguntarle la razón de ocultar su identidad, explicó que ocupaba un puesto de confianza importante y si se sabía que escribía ese tipo de cosas su credibilidad en el trabajo se vería afectada. – Pero una persona con su cargo no debería estar en un Uber, debería estar en su propio auto o con un chófer propio – le dijo VMK. Allí ocurrió el segundo milagro. El autor le narró la historia de cómo había acabado pidiendo un Uber, una historia surrealista, que parecía decir algo entre líneas, con un suave humor que hacía sonreír y pensar. Era el autor creando uno de sus relatos.
El taxi había ya pasado el trancón, pero el desconocido prefirió bajar antes de llegar a su destino, advirtiendo a VMK de que no divulgue el encuentro con detalles que permitan identificarlo, y que deje pasar un determinado tiempo antes de hacerlo.

El grupo estalló con esta nueva historia, encontrando confirmaciones y contradicciones, pros y contras. Quien aceptaba el nuevo origen y quien prefería el anterior o que negaba ambas. Parecía entonces casi lógico que apareciera una tercera versión, que decía haber conocido a un ingeniero en un lugar remoto del Perú, que había afirmado ser el verdadero Tonto de la Colina, enseñando para demostrarlo un relato que aún no había sido publicado, y que apareció en el blog en la fecha predicha.

Otros más tarde afirmaron haberlo visto en una librería de antigüedades en el CDMX, conversando con un editor sobre la posibilidad de publicar los relatos, o en el metro de Santiago de Chile, comentando a una mujer sobre los relatos que aún tenía en mente. Para algunos esto agregaba un nuevo ingrediente maravilloso, el que El Tonto de la Colina podría ser cualquiera en cualquier país, ser el vecino, el compañero de trabajo que de vez en cuando hace una observación aguda sobre el mundo, y que al ser consultado negará ser el autor, con una sonrisa ambigua y misteriosa.

El grupo de Facebook sigue discutiendo sobre el origen de los relatos, aún hay quienes niegan que sea El Tonto de la Colina un único autor, otros dicen que solo escribió unos cuantos de los relatos. La verdad sólo la conozco yo, y como no pienso revelarla, seguirá siendo una leyenda.

lunes, 9 de julio de 2018

Los récords tontos del mundial

Ahora que el mundial nos deja un respiro y no hay partidos que comentar, llega la hora de las estadísticas. Aunque todos sepamos que los únicos números que importan son los que reflejan el marcador, los comentaristas deportivos se empeñan en inventar números que describan el fútbol. Yo supongo que este es el tipo de gente que quiere saber cuánto gana alguien para saber que cuánto respeto tratarlo. Posesión del balón, cuántos kilómetros han recorrido los jugadores, promedio de altura de los jugadores, cantidad de pases, todo se cuenta sin reparar en ninguno de esos números puede predecir al vencedor del encuentro, que no siempre gana el que más corre, ni el que da más pases, ni siquiera el que más remata al arco. 

Y además aparecen las estadísticas parciales, como para darles a todos los jugadores la oportunidad de tener su propio récord. El jugador de menos de 20 años más goleador de la historia de los mundiales, el jugador con más asistencias en una primera fase. ¿Quién dijo que ya no saben qué inventar? No me quiero imaginar cuando en un futuro señalen a un jugador diciendo que tiene el récord histórico de goles marcados en el segundo tiempo con la pierna izquierda durante un partido jugado en un miércoles de lluvia. Para demostrar lo inútil de tales récords, presento mi recopilación personal de récords en el campeonato mundial, récords tontos, pero que tienen la ventaja de que no los verán en los registros oficiales, como para distraernos un rato en los días en que no hay partidos.

La camiseta más colorida: Las camisetas nacionales empezaron siendo de un solo color, pero ahora para que se vea mejor en las transmisiones a color y en 4K, tienen varias tonalidades y degradados, sin que ninguna logre hoy alcanzar a las que usaba el portero mexicano Jorge Campos en los mundiales de 1994 y 1998, capaces de deslumbrar a una mariposa. Dice la historia que el propio Campos diseñaba las camisetas, y que las vendía (ignoro si con éxito) en su país. Después de su último mundial, la FIFA quiso evitar imitadores e impuso reglas más estrictas para los colores de los arqueros.



El partido más aburrido de los mundiales: Si pensamos que en los últimos mundiales ha habido partidos aburridos, es porque no hemos visto en encuentro entre Austria y Alemania durante el mundial de 1982. En ese momento habían tres selecciones con posibilidad de avanzar a la siguiente fase: Argelia, Austria y Alemania. Para dejar fuera a los argelinos, solo había un resultado posible: que los alemanes vencieran a los austriacos por un gol de diferencia. El único gol del partido lo anotaron los alemanes a los diez minutos, cumpliendo con el objetivo y condenando a los espectadores a 80 minutos de pases laterales sin ningún ataque por ninguno de los dos equipos. El público, que no había inventado todavía las olas para distraerse pifiaba a ambas selecciones, reclamaba el amaño y exigía la devolución de las entradas. Desde entonces los partidos de la última jornada de grupos se realizan a la misma hora, lo cual ya no tiene efecto desde la invención de los celulares, por lo que este récord puede aún ser batido.

El mejor espectáculo musical en un mundial: Todos hemos visto a Shakira, a Jennifer Lopez y a Robbie Williams cantando en un mundial, pero ninguno de ellos se acerca ni de lejos a lo que sucedió nada menos que en el primer mundial, en Uruguay en 1930. Dos días antes de la final entre Argentina y Uruguay, se acercó a las concentraciones nada menos que Carlos Gardel a saludar y a brindar un espectáculo a cada una de las selecciones finalistas. Al fin y al cabo, a Gardel nunca le importó aclarar si había nacido en Argentina o Uruguay. Tocó para los jugadores e incluso atendió pedidos. Como dije, no hay Waka Waka que supere esto.

El partido más sucio de los mundiales: Revisando mi archivo, hay varios candidatos. Puedo mencionar el Portugal-Holanda del 2006, el partido con más tarjetas y expulsados de la historia del campeonato: 20 tarjetas, 4 expulsados; la carnicería que propinó Portugal a Brasil en 1966; o las batallas entre Italia y España en 1934, un partido y un desempate que dejaron 11 lesionados entre ambos equipos. Me quedo con la batalla de Santiago en 1962 entre Chile e Italia, donde el local tenía que vencer por las buenas o por las malas a su principal rival en la fase de grupos. A los 12 segundos se produjo la primera falta; a los cuatro minutos, la primera pelea campal. A los ocho minutos ya había sido expulsado un italiano. En cada falta tenían que intervenir los carabineros a separar a jugadores, suplentes y fotógrafos que ingresaban para poner su cuota de golpes. Al final Chile salió vencedor e Italia salió escoltada por la policía hacia la clínica más cercana.

La mejor canción del mundial: Gardel cantó en un mundial pero no creó una canción especial para el evento, eso se hizo después. Y yo me temo que no se podrá superar a la canción oficial de Italia 1990, Un 'estate italiana, de Edoardo Bennato y Gianna Nannini. Desde entonces las canciones de los mundiales no han hecho más que caer cada vez más bajo.

La intervención externa más descarada en un mundial: Muchas veces sospechamos que en algún partido hubo una intervención bajo la mesa para alterar el resultado, excepto en España 1982, donde se enfrentaron Francia y Kuwait. Cuando ya estaba el resultado definido con un 3-1 a favor de los franceses, Alain Giresse marcó el cuarto gol para Francia. Entonces el jeque Fahid Al-Ahmad Al-Sabah, presidente de la Federación Kuwaití de Fútbol y hermano del emir de Kuwait bajó al campo sin que nadie se lo impidiera, habló con los jugadores y luego con el árbitro, antes de regresar a su asiento. El árbitro decretó entonces que el gol no había sido legal y lo anuló, ante la sorpresa de todo el mundo. Aunque esta acción no cambiaría el resultado y los franceses pudieron meter un gol más, el asunto quedo como un escándalo, hubo multas y sanciones de la FIFA, a Giresse nunca le devolvieron su gol.

Y no pongo más porque ya vuelven los partidos de la fase final. Los dejo pensando en qué otro récord tonto se romperá en este mundial.

domingo, 1 de julio de 2018

El mundial de fútbol, desde mi oficina (2)



El mundial ha transtornado todas las actividades de la oficina en donde estoy trabajando. En realidad esto comenzó desde mucho antes. Si tuviera que poner una fecha, diría que todo empezó con la publicación del álbum de figuritas de Panini. Sí, creo que fue entonces cuando me di cuenta de que las cosas iba a salirse de control. Más allá del hecho de ver en las oficinas a personas adultas sentirse niños para intercambiar figuritas, fue la constatación de que no estaba frente a un hecho aislado, sino que el fenómeno se extendía a toda la ciudad. Yo todavía estaba libre de la fiebre mundialista y me burlaba de aquellos que ya ni siquiera se escudaban en la excusa del “es para el álbum de mi hijo”.

Una de mis burlas fue entrar a la lista de correo de los coleccionistas y difundir algo como esto: "Amigos, estoy en la búsqueda de las siguientes figuras:
Mojame Al-Sudar (Arabia),  Akiyo Notomo (Japón),  El Mangansson (Suecia),  Mevoy Amiamivic (Serbia) Ailovyu Mailov (Rusia)"
Sé que algunos me creyeron, pero sólo uno me respondió que no tenía tales figuras, pero podía ofrecerme a cambio a Kagawa de Japón, Cuadrado de Colombia, Guardado de México o Jakob Blaszczykowski de Polonia. Esta vez fui yo el burlado, al no creer que estos son nombres reales de jugadores que están en el mundial.

Conforme se acercaba la fecha del inicio, el fútbol se hace más frecuente en las conversaciones, hasta convertirse en el único tema. Allí descubrí que también en el fútbol se puede ser nerd. Claro que no se trata aquí de decir que sería bueno ver en el mundial a los seleccionados de Wakanda o de Winterfell, sino de ver quién es el que conoce más datos de los países participantes, de sus antecedentes deportivos, o de quién conoce más datos sobre la historia de los mundiales, o quién está más al día con los avances tecnológicos utilizados en este certamen. Mi nicho de conocimiento son (no podía ser de otra manera) los hechos curiosos de los mundiales. Cuento anécdotas como cuando los alemanes llegaron muy seriamente a la conclusión de que para dar mejores saltos y darle mejor bote a la pelota, lo mejor era usar calzado hecho de cuero de canguro, o como cuando el seleccionado argentino recibió en pleno mundial la visita de Carlos Gardel, quien les ofreció un recital completo.

Ya empezado el torneo, se ha vuelto un pasatiempo reírnos de los narradores de los partidos. Y hay mucho para reír, como aquel locutor que cada vez que dice “y empieza a atacar el equipo xxx”, dicho equipo empieza una serie de pases hacia atrás. Otro locutor, falto de matemáticas, nos dice que “luego de esta expulsión, la oncena queda con diez hombres”. También está el corto de vista que sólo después de la tercera repetición en diferentes ángulos de cámara nos dice que “fue una falta clarísima que todos han visto”. Un trago por cada estupidez, diría si fuera fin de semana.

Y cómo olvidar a los profetas del pasado que después de un resultado sorpresivo afirman que “se veía venir”.  O lo divertido que es ver a los periodistas argentinos despotricar contra su selección.

Hay también un momento para pensar en aquellos a quienes no les gusta el fútbol o los que han nacido en un país que no está participando en el mundial. A ellos les puedo decir que es una suerte que a los norteamericanos no les gusta el fútbol. Solo imaginen si en Estados Unidos se viviera el fútbol como se vive en el resto del mundo. Todos los canales de cable estarían monopolizados con el tema del fútbol, los cines y canales de películas estarían llenos de películas de fútbol, las cámaras de televisión durante los partidos enfocarían a estrellas de cine que irían vestidos con trajes de esos que tienen hablando durante días a los periodistas de espectáculos, y en el entretiempo de cada partido habría un espectáculo musical y fuegos artificiales… bueno, eso no estaría tan mal.

Afortunadamente, el mundial se acabará y todos volveremos a nuestra rutina, volveremos a hablar de guerras, de escándalos políticos, y este tonto podrá volver a escribir tonterías que no tengan que ver con el fútbol.
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