jueves, 23 de noviembre de 2023

Leyendas Peruanas: Las aventuras perdidas de Ai Apaec



Esta vez quiero hablar de una leyenda que se ha perdido, y que los arqueólogos e investigadores peruanos tratan afanosamente de reconstruir. Primero contaré sobre cómo llegué al conocimiento de esta leyenda olvidada. Tengo la costumbre desde hace ya un tiempo de salir con una bicicleta y una camara fotográfica para ver qué encuentro, y así, rodando, rodando, llegué al Museo de Arte de Lima, en donde encontré una exposición de arte precolombino. Lo que más me impresionó fue algunas vasijas de arcilla muy decoradas que describen las aventuras de Ai Apaec. Algo de contexto vendrá bien aquí, para el que no conoce: Entre los siglos III y IX de nuestra era, en lo que hoy es el norte del Perú, floreció la cultura Mochica, llamada así por su ubicación en el valle de Moche. No parece haber tenido una unidad política duradera, y fue más bien muchos pequeños territorios independientes unidos tal vez por una cultura común, y hoy se habla al mismo tiempo de las culturas Vicús, Sicán o Sipán, que habrían sido dominantes en algún momento y lugar. 

Lo que sabemos sobre la mitología de estos pueblos proviene de las ofrendas funerarias encontradas en la zona, principalmente piezas de cerámica, y lo muy poco que sobrevivió como tradición oral hasta la llegada de los españoles, y que pudo ser recogido por los cronistas y evangelizadores que llegaron en el siglo XVI. Entre las vasijas y representaciones encontradas, se encuentra con frecuencia Ai Apaec, quien habría sido un dios, pero cuya leyenda alude más bien a lo que conocemos hoy como un héroe, cuyas aventuras están representadas en multitud de vasijas funerarias. Lamentablemente, los mochicas no tenían escritura, y todo lo que nos queda de sus aventuras son estas representaciones en cerámica. Estas fueron las que vi en el museo, y que me entusiasmaron al saber que teníamos un héroe comparable a Ulises o a Hércules. 

Lo que hemos podido saber de este héroe es que era hijo del Sol y de la Tierra, por lo que podía transitar entre los reinos del cielo, el reino subterráneo y el reino de los hombres. Una de las aventuras que los investigadores asumen que tuvo fue el rescate del sol que sumió a la tierra en la oscuridad. Otras aventuras son la defensa del mundo contra invasiones de monstruos venidos del mar como cangrejos gigantes, o los viajes que realizó con sus compañeros: un perro que podía detectar los peligros, y una iguana que conocía los caminos para llegar a los reinos subterráneos. Otra de las cualidades que se le atribuyen a Ai Apaec es la capacidad de transformarse en animal. En muchas cerámicas se le representa con dientes felinos o con pinzas de cangrejo como manos. Lleva además un tocado de pluma de ave, y una serpiente que lleva como cinturón. La figura que acompaña a este post es la que tomé en el museo, en donde se representa una de las aventuras de Ai Apaec, extraída de un ceramio funerario.

Es indudable que existieron muchas leyendas sobre Ai Apaec, algunas en donde se comporta como héroe, y otras en donde ya ha reclamado su condición de dios, mantenedor del orden en el universo y proveedor de los dones de la tierra. Los investigadores hasta el día de hoy tratan de reconstruir esas aventuras, que pondrían a la mitología peruana al nivel de la de Gilgamesh, las sagas nórdicas o las leyendas griegas.

domingo, 12 de noviembre de 2023

Sobre energías y vibraciones



Siempre hay alguien dentro del círculo de amigos, o en el trabajo, que empieza a hablar de las energías o las vibraciones, generalmente en un sentido negativo: “Esta persona está trayendo energías negativas”, o “no traigas tus malas vibras”, los escucho decir. Y para los que no han escuchado estas cosas personalmente, internet está lleno de textos, videos y frases sobre la energía y la vibración. Y yo, que soy ingeniero, me rompo la cabeza tratando de entender a qué se refieren, porque los conceptos sobre energía y vibraciones que traigo aprendidos desde la universidad no tienen ninguna relación con lo que se habla en la oficina. 

Empecemos con el tema de la energía. Yo siempre creí que la energía es la capacidad para realizar un cambio físico. Para ponerlo de manera más entendible, yo necesito energía para mover mi taza de café desde el plato hasta mi boca, lo cual me dará energía que acumularé hasta que la necesite para realizar mi trabajo diario, con el resultado de que podré cobrar mi sueldo que usaré para comprar más café que usaré para darme energía para trabajar otro mes y así cumplir con un ciclo infinito. Dicho así parece simple, pero hasta ahora no entiendo qué es lo que tiene que ver con la disposición de las personas para trabajar o para hacer de la vida del prójimo más miserable. Hasta donde puedo medir (y para un ingeniero solo se puede controlar lo que se puede medir), las personas malhumoradas que odian a todo el mundo necesitan la misma cantidad de energía para escribir un informe que las personas que van cantando por la vida. Y en cuanto a la acumulación de energía, sé que el cuerpo humano tiene dos maneras de guardar energía: la primera es la energía instantánea, que se conserva durante poco tiempo y que se basa en el consumo de azúcar, lo cual he probado como cierto después de innumerables barras de chocolate a media tarde que me han dado la energía suficiente para acabar con las tareas del día; y la otra es la energía a largo plazo, que proviene del consumo de grasas, y que nuestros ancestros usaban para sobrevivir a los fríos inviernos, pero que ahora solo se usa para exhibir una antiestética panza que mantiene a las mujeres en una relación estrictamente profesional. 

Pero de alguna manera, mucha gente piensa que la energía, que yo puedo medir en Joules o en calorías, tiene que ver con la actitud hacia la vida y el efecto psicológico que causa el malhumor sobre el estado de ánimo de los demás. Más aún, ahora la energía tiene polaridad, progreso desconocido en mis tiempos de estudiante. Resulta que las personas tienen energía positiva y negativa, lo cual me causa problemas teóricos y cortocircuitos cerebrales. Veamos, si aceptamos que la energía puede ser positiva o negativa, de acuerdo a la ley de la electrostática, una energía atraerá a la de signo contrario y repelerá a la de su mismo signo, ergo, si yo tengo una energía positiva, atraeré a las personas de energía negativa, y alejaré a las personas con energía positiva. Cuando comenté esto a alguien que me hablaba de las energías positivas, me miró con “cringe”, como se dice ahora. Tal vez desde que salí de la universidad han derogado la ley de la electrostática, pero nadie me ha avisado.
Considerando que la energía es lo que se almacena en las baterías para accionar todos los artefactos que usamos en la actualidad, tal vez sea hora de aprovecharla para usos pacíficos. Según lo que me cuentan algunos, hay gente con tanta energía negativa como para iluminar todo el edificio. Cuando logre inventar el acumulador y el motor de energía negativa, ganaré el premio Nobel y eliminaré la necesidad de combustibles fósiles en el mundo. Pero no nos adelantemos tanto, con que pueda cargar mi celular me doy por bien servido. El problema sería que tal vez un smartphone cargado con energía negativa me presente solo malas noticias y críticas al gobierno en las redes sociales, y tome fotos de tonos grises, pero tampoco es muy diferente de lo que obtengo ahora, digo yo.

Y como siempre hay quien quiere dar un paso más allá, en cuanto a los temas espirituales, ahora no solamente se habla de “energías”, sino también de “vibraciones”. Como si alguien hubiera dado una hojeada a mis libros de texto de la universidad solo para ver los nombres de los capítulos en busca de un término marketeable, encuentro gente que me dice que tengo que vibrar con el universo. Otro cortocircuito cerebral cuando pregunto qué vibración es esa, de cuántos Hertzios es la vibración del universo y a cuánto estoy vibrando yo. Nuevamente tengo la desagradable impresión de haberme perdido de algo desde que terminé mis estudios de ingeniería. Para mí, las vibraciones siempre tuvieron que ver con las magnitudes medibles de amplitud y frecuencia, pero ahora la vibración se trata de algo inasible que tiene el universo y yo no. De la explicación que me dieron solo pude entender que si dos personas se caen bien, están vibrando juntas, y que yo debo andar desafinado, porque no vibro con nadie. Tal vez estoy confundiendo vibración con tembladera, porque no entiendo cómo puedo medirle la vibración a una persona, ni mucho menos medir la frecuencia de vibración del universo, como para saber si solo necesito una afinación, o mi caso es grave y solo se resuelve con una bajada de motor completa. 

Pero como soy persona animosa, he visto aquí una oportunidad de negocio, y hoy he llegado a la oficina armado de una batería, un osciloscopio y un diapasón, ofreciendo mis servicios de medición de energía y vibración. La gente se puede acercar a mi sitio para tomar los bornes de la batería, y con un voltímetro puedo equilibrar la potencia para saber el nivel de energía. Como la batería proporciona corriente continua, puedo determinar si una persona tiene energía positiva o negativa simplemente comparando el nivel de energía en posición positiva, es decir, cuando toma el borne positivo con la mano derecha y el negativo con la mano izquierda; con el nivel negativo, cuando los bornes intercambian de manos. Así, a las personas con falta de energía, una descarga de la batería basta para avisparlo, y a las personas de energía negativa les doy una descarga de la batería con los bornes en posición positiva para contrarrestar. 

En cuanto a las vibraciones, tengo un diapasón ajustado a 432 Hz, que todos saben que es la vibración del universo, y un osciloscopio para medir la frecuencia a la que vibra el cliente. En caso de desajuste, conecto la batería a un inversor de corriente para darle una descarga que le arregle las vibraciones. Como algunas a algunas personas no les basta una descarga de energía a 432 Hz, hay que complementar el tratamiento con una zamaqueada mecánica acompañada de un par de cachetadas de cortesía, acompañados de ese mantra tan efectivo que es el “Amigue, date cuenta”. 

Así, esta semana me estoy haciendo de un pequeño ingreso extra, explicando que mi tratamiento es más científico que el de los que venden cristales de cuarzo, u ofrecen alineamiento de chakras, que rechazo como tonterías con las que estafan a la gente.

jueves, 2 de noviembre de 2023

Frases twitteables 66



Hace tiempo que no publicaba una recopilación de mis frases twitteables. Si es cierto lo que dicen que la pluma es más poderosa que la espada, entonces estas frases son como una práctica de esgrima. También eso me hace pensar si mi pluma llegará a ser más poderosa que la espada Excalibur, o más bien será mi espada de Damócles.
  • La ortografía es un arte que se está perdiendo. - i ke? La hortografia no inporta kuando ce abla kon el corason. 
  • Caminante, no hay camino, se hace camino al andar, dijo el poeta. El Ingeniero civil le respondió: Caminante, no hay camino, se hace camino al pavimentar. 
  • El problema de haberte olvidado es que, ahora que estoy escribiendo mi autobiografía, tengo que preguntarte a ti, sobre lo que pasó entre nosotros. 
  • Mi idea de negocio infalible es abrir un gimnasio en la última semana del año y cerrarlo en enero. Luego viviré con el dinero que me han dado todos los que se inscribieron como propósito de año nuevo y nunca volvieron a ir. 
  • Es el indesmayable optimismo humano, que siempre cree que ya no se puede estar peor. 
  • Hay personas que creen que soy buen entendedor, porque apenas me dirigen la palabra. 
  • Me pregunto si alguna vez la inteligencia artificial aprenderá en qué momento equivocarse. 
  • Yo soy de la época en que la verdad era más importante que la opinión. 
  • Con el pelo teñido de rubio, nariz operada, cremas para aclararte la piel, con ropa de imitación de marcas famosas, insistiendo en que te llamen por tu nombre en inglés ¿Y dices a los hombres que no quieres que te mientan? 
  • Yo soy de la época en que los eufemismos y palabras políticamente correctas eran muy pocas y uno las podía identificar y contar. 
  • Solo los fanáticos de los Beatles entendemos lo que es vivir un día Hey Jude, que empieza lentamente y con una letra de consuelo, para terminar con un alegre e interminable na na na na na na na na. 
  • Muchos años después, cuando ya era una respetada psicoanalista, Alicia aún preguntaba a sus pacientes si en alguno de sus sueños habían visto alguna vez a un conejo blanco o a un gato que desaparecía hasta dejar solamente su sonrisa… 
  • Todos hemos tenido alguna vez una semana llena de viernes 13. 
  • Tremendo desperdicio de energía el de aquellos que quieren saber lo que piensan los tontos, sin considerar que en realidad los tontos no piensan. 
  • No todos somos iguales, qué aburrido sería el mundo si así fuera. El problema es toda la gente que busca justamente las diferencias que menos valen la pena.
  • Mi teoría tonta: Hay en el cielo una fábrica de almas, que entrega las almas a la gente que nace. Pero ahora nace tanta gente que la fábrica ya no se da abasto y las almas no alcanzan para todos. Es por eso que se ve tanta gente desalmada en estos días. 
  • No soy lo que se dice una persona de impulsos, soy más bien una persona aburrida. Si me dijeran que viva este día como si fuera mi último día, me pondría a hacer mi testamento. 
  • Claro que todavía existe gente buena en el mundo, pero hemos pasado a la clandestinidad para protegernos. 
  • Yo creo que los extraterrestres no quieren invadir la tierra, solo vienen de visita para ver qué tan rápido nos extinguimos, porque ya están ofreciendo el planeta como terreno recién desocupado. 
  • Dicen que el supervillano, al verse vencido por el joven héroe, tuvo una idea para salvar su vida. Era descabellado, pero decidió correr el riesgo. - ¡Yo soy tu padre! - Le gritó. Y funcionó. El héroe, confundido y anonadado, suspendió el ataque, permitiéndole escapar. 
  • La frase “Pienso, luego existo” solo es aplicable en democracia. En una dictadura, al que piensa le cortan la existencia. 
  • Tal vez la aplicar la frase “Pienso, luego existo” causa problemas existenciales, porque ahora al que piensa le hacen bullying, o bloquean o lo linchan en las redes sociales, hasta que ya no existe. 
  • Si la frase “Pienso, luego existo” es verdadera, entonces hay muchos que viven una existencia prestada, al igual que sus pensamientos. 
  • En ese club de lectura ya empezaron con la crisis de la edad madura: Uno salió vestido de caballero andante a desfacer entuertos, otro despertó convertido en insecto, uno está construyendo un submarino para alejarse del mundo y no volver. 
  • A veces encuentro a alguien tan incapaz en el trabajo, que pienso que en realidad es un testigo protegido al que han puesto allí para que la mafia no lo mate.
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