martes, 21 de agosto de 2012

Dos casos de mala suerte


El primero
En el desván, buscando entre los papeles antiguos herencia de sus antepasados, encontró el mapa del tesoro de un antepasado que se dedicó a la piratería, y el cual la familia había buscado durante generaciones. Vendió todo lo que tenía para llegar a aquella isla mencionada en el mapa, siguió cuidadosamente las instrucciones, seguro de encontrar la ansiada fortuna, pero cuando llegó, en el lugar indicado con la cruz en el mapa, solo encontró una enorme mansión, y la leyenda del tipo que se hizo rico al encontrar casualmente un tesoro en su jardín.
….
El segundo
Todo había ido mal ese año. La pérdida de su trabajo le llevó a atrasarse en los pagos de la hipoteca, y el consiguiente embargo había sido razón suficiente para que su novia le dejara. Sin nada en el bolsillo y lleno de deudas impagables no parecía haber solución ni futuro para él. Caminó hacia los barrancos que daban al mar con cierta vacilación al principio, luego con mayor determinación. Terminaría con todo de una buena vez, seguro de que nadie le extrañaría una vez muerto. Sin embargo, mientras buscaba el mejor lugar para lanzarse al precipicio distinguió una sombra junto a las rocas del acantilado. Se sorprendió a sí mismo al acercarse y tratar de hablar con la mujer que estaba al filo de una saliente de roca a punto de hacer lo mismo que él. Después de un breve titubeo, terminaron hablando de sus respectivos problemas, balanceando sus pies en el abismo, como una perfecta metáfora de sus vidas. Sin embargo, en esa situación ambos comprendieron al mismo tiempo que incluso en ese momento quedaba esperanza, que al menos ellos tendrían a alguien con quien compartir el peso de la existencia. Decidieron darle otra oportunidad a la vida, esta vez juntos. El estaba tan ansioso de empezar de nuevo que se levantó demasiado rápido y tropezó con aquella piedra que le hizo perder el equilibrio y caer al vacío.

1 comentario:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...