En el post anterior hablaba de lo orgullosos
que nos sentimos los peruanos por nuestra comida. Y la mejor manera de
demostrarlo es cuando un extranjero se pone al alcance de nuestras manos.
Así pues, no hay extranjero hoy en día que no
sea atacado por todos los peruanos que lo rodean, insistiendo en que pruebe la
comida peruana. No digo que eso sea malo, pero últimamente estamos llegando a
la exageración. A los pobres extranjeros los estamos atacando con tres o cuatro
platos a la vez, con una vehemencia que
les hace pensar que una negativa es una ofensa a lo más sagrado que tiene
nuestro país, y que de no llenarse de todos los platos se harán acreedores a un
linchamiento o al menos una deportación.
- Pruebe este plato, don gringo, que también
está muy rico…
- Sorry, I’m stuffed, estoy lleno…
- Pero si todavía no ha probado este cebiche, la
chanfainita, su pachamanca, el olluquito y la causa rellena… ¡Que gringo tan
zonzo!
Conversando con extranjeros que suelen visitar
el país, me comentan que ya se corre la voz de que antes de venir al país se recomienda
una preparación previa de una semana de dieta estricta, que lo haga soportar
todas las invitaciones a comer que recibirá, so pena de regresar a su país
llevándose como souvenir 3 o 4 kilos de más en una semana, además de un dolor
de estómago que le hará recordar los momentos felices vividos en esta la tierra
de los incas.
Dentro del orgullo por nuestra comida, se le
debe demostrar además a los visitantes de otros países que nosotros podemos
comer cosas que ellos no pueden. Es común retar al turista a comer el ají
picante, ya sea en salsa o dentro de un cebiche. La vista del sudor corriendo
por la frente del extranjero, el cambio de color en su cara y su desesperación
por conseguir un poco de agua para pasar el picante, nos hace sentir peruanos
superiores, frente a los débiles turistas que no pueden despachar un rocoto
relleno.
¿Y si no le gustó la comida? Miradas de
desaprobación, sentimientos de ofensa, o pena ajena por el pobre gringo que no
sabe comer. Hasta que a alguien se le ocurre que la razón es porque no ha
comido el plato adecuado.
¡Ah, es que está comiendo comida de Lima!
¡Tiene que probar la comida del norte! Y si no es la comida del norte, entonces
que pruebe la comida de Ica, de la selva, del Cuzco, de Arequipa… Al peruano no
se le mete en la cabeza que no pueda haber algún lugar del Perú que no tenga
una comida que le agrade.
Culmino mencionando la historia de un peruano
que viajó hace años a los Estados Unidos y puso una pollería de éxito por allá.
Cada año regresaba y comía todos los días pollo a la brasa. Cuando le
preguntaron por qué el dueño de una pollería en Estados Unidos venía aquí a
comer pollo a la brasa, el respondía: Es que los gringos no saben comer… Allá
les sirvo a su gusto pero aquí es más rico…
Jajajajajaja, me hizo gracia eso último, creo que sucede en muchos sitios, cada uno tiene sus costumbres culinarias y sea alimenta de una forma es normal que incluso montando un restaurante en el extranjero se sirva de forma diferente a como lo harías en tu país.
ResponderBorrarReconozco que yo soy de los que sudarían, no estoy preparado para soportar el picante y es algo que llevo bastante mal, pero aún así me gustaría probar todas esas exquisiteces de la comida peruana.
Un fuerte abrazo.
Buen punto, lo que esta pasando en nuestro país con el boom de la comida y su difuón en el mundo hace que los peruanos de todas la regones se pregunten, ?en que departamento se come mas rico?. Por su puesto que todos quieren ganar, y cuando llega algun turista (no acostumbrado a los picantes y condimentos) le tratamos de llenar el estomago y luego le preguntamos que les parecio?.
ResponderBorrarPero en fin cada region tiene los suyo, y la insistencia en que pruebe d todo el turista es por que es parte de la idiosincracia de los pueblos peruanos
Jajaja muy bueno e interesante!! Felicidades!!
ResponderBorrarÉxitos con el blog!
Saludos!
Fernando.
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