¿Qué se hace cuando
Uno se siente triste? Preguntó el Dos al Tres. Dos se mostraba preocupado de
que en los últimos días Uno se mostrara siempre negativo. Tres volteó a ver a
Cuatro, pero éste abrió paréntesis para entablar charla privada con Cinco.
Solidarizado Tres con
la buena causa de Dos, decidió brincarse Cuatro y al Cinco, para recurrir al
sabio Seis usando el viejo método de multiplicarse por Dos. Así que Dos y Tres
efectuaron la operación y alcanzaron a Seis a quien preguntaron qué se podría
hacer. Seis, miró su gran barriga, y sentenció: No hay mucho que se pueda
hacer, solo existe una solución y ésta debe de ser aprobada por el magnífico
Diez. Pero antes será preciso que el Siete Cabalístico les ayude con buena
suerte. Siete intrigado con el problema de Uno, además de otorgar la
buenaventura, se propuso para acompañarlos a ver al Magnífico Diez
Dos de inmediato
entendió que ante aquella inesperada propuesta, lo mejor sería regresar y
esperar a que Tres y Siete, en perfecta Suma, pudieran alcanzar al Magnífico
Diez.
Se dice que Ocho y
Nueve fueron testigos de lo que a continuación sucedió:
De acuerdo a Ocho y
las versiones de Nueve se dice que el Magnífico Diez escuchó, de voz de Tres y
Siete, el triste problema de la negatividad de Uno. Diez, en su perfección,
otorgó la solución y el permiso de su aplicación. Tres y Siete regresaron tan
rápido como la sustracción se realizó. Tres comunicó a Dos la solución y éste
quedó perplejo.
Dos revisó una y otra
vez la solución propuesta, y ésta a pesar de que lucía eficaz, no dejó de
sentir temor pues eso de tratar con negativos le suponía cierta desconfianza.
Pero ya se sabe que los números son valientes y se someten a cualquier
operación a favor de las matemáticas. Dos emprendió el camino al sacrificio.
Habló con Uno, que aún lucía negativo, y éste aceptó la solución. Sin mediar
nada más, Dos decidió sustraerse con Uno, que aún se miraba negativo, y el
resultado fue, sin más, que Uno volvía a lucir tan positivo como el resto de
los números naturales.
Este bonito cuento lo encontré rebotando de blog en blog hasta que llegué a http://gemo.blogspot.com y no pude resistir la tentación de ponerlo aquí.
¡ES PRECIOSO! Literatura y matemáticas unidas en un hermoso cuento con moraleja. Gracias por compartirlo. :D
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