Hay olvidos involuntarios.
Hay olvidos innecesarios.
Hay olvidos de odio, de venganza y de despecho.
Hay olvidos piadosos, que olvidan ofensas, engaños, pecados.
Hay olvidos cortos, olvidos largos, olvidos interminables.
Hay olvidos nuevos, olvidos antiguos y oxidados.
Hay olvidos recurrentes, que aparecen cuando menos los esperamos.
Hay olvidos fingidos.
Hay olvidos precarios, que solo esperan una oportunidad para convertirse en recuerdos.
Hay olvidos rebeldes, que no admiten intentos de recuperación.
Hay olvidos que, a pesar de todo, dejan una huella.
Hay olvidos en acto de defensa propia.
Hay olvidos inocentes, olvidos culpables y olvidos alevosos.
Hay olvidos vergonzosos.
Hay olvidos perdonables.
Hay olvidos indiferentes.
Hay olvidos precarios, que solo esperan una oportunidad para convertirse en recuerdos.
Hay olvidos rebeldes, que no admiten intentos de recuperación.
Hay olvidos que, a pesar de todo, dejan una huella.
Hay olvidos en acto de defensa propia.
Hay olvidos inocentes, olvidos culpables y olvidos alevosos.
Hay olvidos vergonzosos.
Hay olvidos perdonables.
Hay olvidos indiferentes.
Hay olvidos secretos y olvidos públicos.
Hay olvidos en primera persona, en segunda persona, en plural.
Y hay olvidos completos, como el tuyo, que ya no recuerdas que alguna vez me recordaste.
Y hay olvidos completos, como el tuyo, que ya no recuerdas que alguna vez me recordaste.
Hay olvidos imperdonables.
ResponderBorrarEl sueño es recuerdo. La vida, olvido. ;)
me ha encantado... :')
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