Érase una vez un tonto que un día,
Quiso saber lo que se sentía ser poeta
Y hacer un soneto, décima o cuarteta
Así que intentó escribir un post en verso,
Y le salió tan mal el esfuerzo,
Que terminó haciendo una tontería.
No contento con el resultado
Pensó qué es lo que haría Sabina
Buscó una musa pasando la esquina
E insistió otra vez al día siguiente
Peor le salió, y por consiguiente,
Tonto quedó, mas no escarmentado.
Quiso hacer todavía un tercer intento
Y buscó de botella en botella de cerveza
La inspiración que faltaba en su cabeza.
Terminó borracho, tirado y asaltado
En el piso de la cantina del mercado
Ni aun así le sirvió de escarmiento.
El último poema que intentó fue fatal
Consultó diccionarios, libros y recetas
Hasta libros para dummies de poetas
No pudo hacer siquiera un pareado
Tampoco una cuarteta en pie forzado
Todo verso escrito le parecía mal.
Al final decidió abandonar el esfuerzo
Quiso hacer una como las de Sabina
y solo llegó a ser el Tonto de la Colina.
Sin embargo, no abandonen toda esperanza:
si aparece acaso una musa en lontananza,
Algún día podrá hacer un post en verso.
Veo que el espíritu de Lope de Vega ha sido parte de tu inspiración. ;)
ResponderBorrarEspero que el tonto siga escribiendo tonterías en verso. :D