miércoles, 18 de marzo de 2015

Manuscrito hallado en una servilleta

Benditos sean los mozos que tardan en traer la comida a la mesa, pues nos dan oportunidad de escribir en una servilleta. Ese tiempo es verdaderamente libre, ya que no se sabe cuánto tiempo durará, y la gente tiene miedo de hacer algo más. Escribir o dibujar en una servilleta es un  medio de escape si no se tiene una conversación, e incluso con ella, pues basta dejar divagar el lapicero sobre la servilleta, y las ideas saldrán solas, sin distracciones. Como todo arte, este es uno que va mejorando con la práctica. Se debe iniciar con la costumbre de llevar siempre un lápiz o un lapicero en el bolsillo, lo cual es fácil. Luego viene la decisión de tomar la servilleta y escribir. No escribir teléfonos o direcciones electrónicas, que eso es algo trivial. Se trata de simplemente colocar el lápiz sobre la servilleta y dejar que salga lo que esconde. Al principio saldrán pequeñas cosas: un pequeño dibujo, una frase, algún garabato sin sentido. La timidez y el miedo a que llegue el plato tienen ese efecto. Poco a poco se logra ese estado en que la mente se desconecta de la mano que escribe y se liberan los bloqueos que el cerebro consciente ha construido toda la mañana o toda la tarde. Así aparecerán sobre la servilleta las soluciones a los problemas que hemos estado buscando inútilmente, el verso perdido y la idea que nos esquivaba todo este tiempo.  

Poco se habla de la contribución de las servilletas al avance de la poesía, la música, el dibujo y la ingeniería. Una servilleta en manos de una mente creativa y al alcance de un lapicero puede ser realmente poderosa. Muchas poesías, canciones, obras maestras de la pintura y la arquitectura han empezado en una servilleta, inicio que no tiene nada de humilde, pues lo han utilizado grandes pensadores y artistas.

Yo suelo dibujar mientras converso, sin fijarme en lo que sale del lapicero, tal vez son los personajes encerrados en la tinta o dentro de mi propia imaginación. A veces sale un verso, a veces un dibujo, a veces una mezcla de ambos. Y ya que han salido, los dejo a mi interlocutor o los conservo si es que merecen un repaso hasta convertirse en una idea completa.

Es por eso que dejo esta servilleta en esta mesa, como un náufrago dejando un mensaje en una botella, con la esperanza de que la encuentres y la puedas leer. No dejes que un camarero demasiado atento la recoja y la lleve al tacho de basura que representa el olvido, el convertirse en nada. Ensaya, si es que no lo has hecho antes, este arte moribundo, aunque no sea más que para sentir el tacto de un lápiz deslizándose sobre un papel, que es un sentimiento más íntimo y personal que escribir sobre un teclado. 
Benditos sean los mozos que tardan en traer la comida a la mesa.



(La letra de "Imagine" escrita por John Lennon en la servilleta de un hotel)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...