sábado, 10 de mayo de 2014

La historia del ola ke ase


Durante un buen tiempo llegaron a mi computadora diversas cadenas de fotos y memes con la figurita de una llama que te saluda con un "Ola Ke Ase". Ahora que esta moda ya ha pasado, puedo hablar sobre esto sin que se me acuse de querer aprovechar el momento para aumentar mis visitas. Desde el comienzo se me hizo curioso que nadie pareciera saber el origen de esta moda de internet, que, a diferencia de muchas otras, tuvo una vida larga en las redes sociales. Una búsqueda en Google no hace sino aumentar la confusión, nadie parece tener siquiera una idea de qué fue lo que pasó. Claro, es que nadie me preguntó a mí, y como el origen es mi país, no es tomado en cuenta, si no es para atribuirlo erróneamente a España o México, como si no supieran que las llamas son originarias del Perú. Pero yo conozco la historia real y por fin, después de tanto tiempo de desinformación oficial, me atrevo a contar la verdadera historia, como para la gente no diga que yo no he estado en donde se escriben los hechos que cambian la faz del mundo tal y como lo conocemos:

En uno de los trabajos que he tenido, me tocó ir a una planta industrial en la sierra del Perú. Allí la gran mayoría eran arequipeños, pero gente simpática toda, los que conozcan el Perú sabrán de lo que hablo. En esa planta, a media hora de la ciudad y subiendo hacia la cordillera (el camino a la sierra, le dicen) había una mascota pastando tranquilamente en los jardines. Era una alpaca. A los trabajadores que llevaban tiempo allí ya no les hacía el efecto de la novedad, pero para nosotros los costeños sí era algo fuera de lo común. En la capital no se tienen mascotas en las fábricas, como no sea un perro que cachuelea de guardián por las noches. Como a buenos costeños, nos picó el gusanito de tomarnos una foto con la alpaca para llevarla de regreso a la casa. El primer valiente se acercó confiadamente al animal con toda la intención de abrazarlo para que saliera bien en la foto, sin tomar en cuenta que las alpacas cuidan muy bien de su privacidad, y sobre todo, no les gusta para nada que las interrumpan cuando están comiendo su pastito. Apenas se acercó nuestro compañero, la alpaca se puso en guardia y lo atacó mostrando sus dientes disparejos, listos para morder al intruso. Nuestro amigo, que no esperaba el ataque, se batió en retirada a todo lo que le daban los pies, entre la carcajada general. El jefe de planta, que era nuestro guía oficioso, nos aclaró que esa alpaca era un animal arisco y malhumorado, al que no le gustaba la compañía de las personas. Desde entonces, y por el tiempo que duró nuestra permanencia en la planta, tratamos de tomarle una buena foto, tarea que se demostró dificultosa, pues la alpaca comía muy tranquila la hierba mientras no se le acercara un humano a menos de diez metros de distancia. Entonces se ponía agresiva, tratando de atacar al intruso hasta donde diera la cuerda con la que la amarraron. Solo uno de aquellos intentos tuvo éxito, tomando una foto de la alpaca con cara de colérica y mostrando los dientes. A pedido de varios, a los que les gustó la foto, dejamos algunas copias por correo electrónico.

Poco tiempo después, uno de los amigos que dejamos en la planta nos mandaba, a manera de saludo, la foto de la alpaca con la inscripción "¡¿Qué me mira?!, expresión esta sí, muy peruana, y que proviene de una película que fue muy conocida hace ya bastantes años, basada en la novela "La Ciudad y los Perros". Con la expansión, que se dio por esos tiempos, del messenger, del facebook y por ultimo del twitter, y el hecho de que aquí el que menos tiene algún pariente en el extranjero, esta foto fue vista y copiada por gente de otros países. Claro, los extranjeros no conocen lo que es una alpaca y la foto fue sustituida por la de una llama, que se le parece mucho. La leyenda de la foto también fue cambiada, supongo que para parecerse a otras fotos de gatos que tienen la leyenda en inglés "Wat r u doin'?". Castellanizando el término, se llegó finalmente al "Ola Ke Ase" que al final tuvo un éxito total en las redes sociales.

La verdad está dicha, la llama es peruana, al igual que muchas otras cosas, esta moda también nació en el Perú, y solo en mi país se pueden ver estas cosas: lo demás son solo memes que hace la gente para perder el tiempo, y los turistas ya se han formado esta imagen cuando vienen a mi país:

Todo sea por el turismo.

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