¿Cómo te sientes por ser peruano? Normalmente siempre estamos criticando a nuestro país, sin darnos cuenta de lo que tenemos. Menos mal que de vez en cuando los extranjeros nos recuerdan que el Perú es un país maravilloso. Esto es algo que me contó alguien que regresó hace poco del extranjero:
En un país de Europa que no vale la pena mencionar (al fin y al cabo, ahora Europa es una sola) fui a visitar a unos amigos. Lo largo del viaje y la diferencia de horas hicieron estragos en mi estómago, lo cual me tuvo un día completo sin salir de la casa. Ante el riesgo de echar a perder todo el programa que mis anfitriones habían hecho para mí, una de las amigas de quien me hospedaba insistió en llevarme a su médico. No sabía yo que por allá están de moda las “medicinas alternativas”, que es como se conoce allá a los yerberos y homeopáticos. Así pues, fui al consultorio con la inevitable música de Enya en la sala de espera. El consultorio era… imagínense cómo se vería el departamento de un hippie cuando crece. La conversación fue más o menos así:
- Buenos Días Señor, y que la paz sea con Usted.
- Buenos Días…
- ¿Qué es lo que le acontece? Encontraremos juntos la solución para sus males…
- Es simplemente un dolor de estómago, creo que me ha caído mal la comida de aquí…
- Ajá, ya me parecía especial esa energía que siento en Usted… Es algo que no he encontrado antes… Sin duda viene Usted de muy lejos… Pero, dígame ¿Ha tomado Ud. algo para ese dolor?
- Sólo un tecito digestivo que traje desde mi país.
- Oh, Usted confía en remedios que traen desequilibrio al alma… Yo tengo la solución… Tengo hierbas con poderes que van más allá del conocimiento de la ciencia oficial, pero que de donde provienen se consideran sagradas y pueden curar todos los males trayendo equilibrio a su alma…
- Oiga, ¡Pero si esto es lo mismo que he estado tomando!
- No puede ser, estas hierbas son cosechadas por sacerdotes especialmente para mí.
- Esto es muña, y yo la he comprado en el supermercado en Perú antes de venir aquí, mire aquí tengo unas bolsitas de té filtrante que traje…
- ¿Qué? ¡No puede ser Posible! Entonces… ¡USTED ES PERUANO!!! ¡Es un honor conocer a alguien que proviene de ese maravilloso país! Yo fui una vez a su capital Macchu Picchu, en un viaje de iluminación, donde conocí a los altos sacerdotes del dios Sol… Vea, le voy a mostrar uno de los máximos símbolos que traje de allí, Yo lo uso para reforzar mi energía y absorber los rayos solares…
- Esto es una chacana, y en el reverso dice “Peru Posible 2001”… Esto es una insignia política…
- Si… He oído hablar de que allí los indígenas obtuvieron el poder después de 500 años, con el apoyo de los dioses ancestrales… ¡Debe haber sido una época maravillosa!
- Ehh… ¿Volvemos a mi consulta?
- Por favor… Por Usted le haré un examen completo, y no se preocupe, que lo haré sin costo… ¡Nunca había conocido a un peruano!
El examen fue minucioso, aunque hecho con evidente nerviosismo por parte del médico. Al final, parecía feliz por no encontrar nada.
- Señor, le felicito está Ud. perfectamente, mejor que yo…
- Pero… ¿Y el dolor de estómago?
- Es algo perfectamente normal, ya que Ud. viene del país con mayor energía cósmica del mundo, y la baja energía de aquí ha resentido su cuerpo… En un día o dos su cuerpo se acostumbrará la baja energía de aquí y los dolores desaparecerán… Ahora, hábleme de esas maravillosas hierbas que ha traído con Usted…
En un país de Europa que no vale la pena mencionar (al fin y al cabo, ahora Europa es una sola) fui a visitar a unos amigos. Lo largo del viaje y la diferencia de horas hicieron estragos en mi estómago, lo cual me tuvo un día completo sin salir de la casa. Ante el riesgo de echar a perder todo el programa que mis anfitriones habían hecho para mí, una de las amigas de quien me hospedaba insistió en llevarme a su médico. No sabía yo que por allá están de moda las “medicinas alternativas”, que es como se conoce allá a los yerberos y homeopáticos. Así pues, fui al consultorio con la inevitable música de Enya en la sala de espera. El consultorio era… imagínense cómo se vería el departamento de un hippie cuando crece. La conversación fue más o menos así:
- Buenos Días Señor, y que la paz sea con Usted.
- Buenos Días…
- ¿Qué es lo que le acontece? Encontraremos juntos la solución para sus males…
- Es simplemente un dolor de estómago, creo que me ha caído mal la comida de aquí…
- Ajá, ya me parecía especial esa energía que siento en Usted… Es algo que no he encontrado antes… Sin duda viene Usted de muy lejos… Pero, dígame ¿Ha tomado Ud. algo para ese dolor?
- Sólo un tecito digestivo que traje desde mi país.
- Oh, Usted confía en remedios que traen desequilibrio al alma… Yo tengo la solución… Tengo hierbas con poderes que van más allá del conocimiento de la ciencia oficial, pero que de donde provienen se consideran sagradas y pueden curar todos los males trayendo equilibrio a su alma…
- Oiga, ¡Pero si esto es lo mismo que he estado tomando!
- No puede ser, estas hierbas son cosechadas por sacerdotes especialmente para mí.
- Esto es muña, y yo la he comprado en el supermercado en Perú antes de venir aquí, mire aquí tengo unas bolsitas de té filtrante que traje…
- ¿Qué? ¡No puede ser Posible! Entonces… ¡USTED ES PERUANO!!! ¡Es un honor conocer a alguien que proviene de ese maravilloso país! Yo fui una vez a su capital Macchu Picchu, en un viaje de iluminación, donde conocí a los altos sacerdotes del dios Sol… Vea, le voy a mostrar uno de los máximos símbolos que traje de allí, Yo lo uso para reforzar mi energía y absorber los rayos solares…
- Esto es una chacana, y en el reverso dice “Peru Posible 2001”… Esto es una insignia política…
- Si… He oído hablar de que allí los indígenas obtuvieron el poder después de 500 años, con el apoyo de los dioses ancestrales… ¡Debe haber sido una época maravillosa!
- Ehh… ¿Volvemos a mi consulta?
- Por favor… Por Usted le haré un examen completo, y no se preocupe, que lo haré sin costo… ¡Nunca había conocido a un peruano!
El examen fue minucioso, aunque hecho con evidente nerviosismo por parte del médico. Al final, parecía feliz por no encontrar nada.
- Señor, le felicito está Ud. perfectamente, mejor que yo…
- Pero… ¿Y el dolor de estómago?
- Es algo perfectamente normal, ya que Ud. viene del país con mayor energía cósmica del mundo, y la baja energía de aquí ha resentido su cuerpo… En un día o dos su cuerpo se acostumbrará la baja energía de aquí y los dolores desaparecerán… Ahora, hábleme de esas maravillosas hierbas que ha traído con Usted…
A cambio de no cobrarme la consulta, le tuve que dejar unos sobrecitos del té digestivo, la dirección en donde me estaba quedando, mi correo electrónico y todo lo que le pude contar del Perú, aunque quedó algo decepcionado al saber que yo no hablaba quechua.
El dolor, tal como lo predijo el médico, pasó al día siguiente, aunque el médico me hizo una visita de cortesía en donde le tuve que enseñar todo lo que había traído de Lima. Al salir, ya era un fanático del Pisco peruano, de la papa a la huancaína y del rocoto que le pude invitar. El resto de mi estancia en Europa, tuve constantes llamadas del médico para interesarse en mi estado de salud y para saber “cómo estaba mi energía cósmica”.
En mi última semana, el médico se comunicó conmigo para invitarme a su consultorio y agradecerme las atenciones que yo había tenido con él. Cuando llegué, había todo un grupo de profesionales de la medicina alternativa esperándome:
- Compañeros, les presento al señor… ¡ES PERUANO!
El resto de la velada la pasé tratando de explicar a los presentes lo que sabía de la ruda, la muña, y el huacatay. Era de verse las caras de admiración cuando les hablé del olluco y de la kiwicha. Aunque suene a tontería, nunca me sentí más orgulloso de ser peruano.
- Compañeros, les presento al señor… ¡ES PERUANO!
El resto de la velada la pasé tratando de explicar a los presentes lo que sabía de la ruda, la muña, y el huacatay. Era de verse las caras de admiración cuando les hablé del olluco y de la kiwicha. Aunque suene a tontería, nunca me sentí más orgulloso de ser peruano.
Hace ya un tiempo que regresé de Europa, y el médico me sigue escribiendo por correo electrónico, se preocupa por mi salud, y me sigue pidiendo datos sobre los maravillosos frutos de mi país. Según me cuentan, ahora está en Europa promocionando el huacatay como una medicina que repara la energía cósmica perdida y alinea el ying y el yang. ¡EL PERU ES SUPER!
Hombre, el Peru es cojonudo, pero el medico estaba un poco "para alla", no?
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