Abandonado como tu primer Smartphone.
Aburrido como un día sin Facebook.
Ignorado como un spam.
Frustrado como cuando se corta una
descarga poco antes de acabar.
Breve como un emojil.
Repetido como un meme.
Siniestro como un troll.
Brumoso como foto con filtro de Instagram.
Arcaico como Messenger.
Voluble como la velocidad de descarga.
Ansioso como quien espera respuesta en
Whatsapp.
Amenazado como quien ve una sola raya en
la batería del celular.
Inseguro como el password de un anciano.
Solo como el que navega por internet en su
habitación.
Dudoso como un video viral de YouTube.
Sospechoso como el mensaje de un
desconocido.
Muerto como Altavista.
Inútil como un mouse en una tablet.
Malhumorado como como quien recibió
unfollow.
Olvidado como la tecla NumLock.
Venerable como el Pac-Man.
Inquieto como quien busca señal Wi-Fi.
Furtivo como un stalker.
Ostentoso como el modelo más caro de
celular.
Ilusionado como el que responde el tweet
de un famoso.
Iracundo como el que es dejado en visto.
Así estoy yo sin ti.
Que interesante y caprichoso juego de palabras
ResponderBorrarSaludos
Me suena tonto llamarte "tonto de la colina" me gustaría saber otra forma de llamarte o si este nickname esta bien para ti. Bueno me parecio fantastica tu entrada, jamas pense que pudiesemos comparar nuestros sentimientos con la modernidad como tu lo has hecho.
ResponderBorrarExelente escrito.
Te mando un abrazo enorme y nos leemos :3
Este post es una copia de una canción de Joaquín Sabina, cosa que me salió de manera totalmente accidental, como me suele suceder de vez en cuando, en que me pongo a escribir algo y el tema se me escapa y se va por donde quiere. Saludos.
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