Una mujer pasa por mi lado, llorando. Lleva con un andar
vacilante a un perro al que abraza como si fuera un niño. La razón por la que
está llorando, el porqué está llevando al perro en brazos y hacia dónde va es
un misterio para mí. Su historia es una que no podré contar, yo solo soy un
extraño, alguien que solo pasa casualmente por su lado.
En el lugar donde trabajo, dos de los empleados pasan
conversando ruidosamente poco antes de la hora de salida. Tal vez están
planeando el fin de semana en alguna fiesta o en un partido de fulbito. El caso
es que no puedo entender lo que hablan, porque los dos obreros están hablando
en quechua. Empiezo a imaginar que alguno de los dos ofrecerá una fiesta en su
casa por el nacimiento de su hijo, o tal vez van a celebrar la fiesta patronal
de su pueblo. Nuevamente soy un intruso en una historia que me es totalmente
ajena.
Una de las empleadas de la oficina ha pedido su baja en la
empresa. No ha dado razón para abandonar su trabajo, tal vez solo a su jefe
inmediato, quien la está dejando partir casi de un día para otro. Solo los
rumores dentro de su oficina tratan de dar alguna luz sobre el tema. Se habla
de su enamorado, quien la llamaba constantemente, de que ha conseguido un
puesto mejor en una empresa de la competencia, de un embarazo no deseado, en
fin, la cantidad de versiones da fe de que nadie en realidad sabe la razón de
este retiro. Hay una historia, sin duda, pero nadie la conoce, excepto su
protagonista.
Un día, de pronto, aparece un gato en mi casa. Se instala
silenciosamente en mi patio, como si fuera un conocido que llega de lejos y
pide un lugar donde descansar un momento en un viaje. Las preguntas por el
vecindario sobre si pertenece a alguien no arrojan resultado alguno. A falta de
un dueño, le doy alojamiento por unos días, lo alimento y le dejo quedarse unos
días. Tras haber repuesto fuerzas, el gato se va y no lo vuelvo a ver más. De
dónde vino, cómo llegó a mi casa y hacia dónde se fue, es un misterio que el
gato no puede contarme, y que aunque yo pudiera entenderlo, quizá no tendría
interés en compartirla conmigo.
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