Propósitos
1
Cuando era joven e intrépido, quería escribir
una nueva Biblia. Al pasar los años, aún seguía con la intención de escribir
una gran novela. Pronto cayó en la cuenta de que el trabajo y las demás ocupaciones
solo le permitirían escribir un cuento. La falta de ganas hizo que solo tuviera
ánimo de hacer un párrafo. Tal vez, como consuelo, escribiría un tweet. Al
final solamente colocó un emoticón. Y ni siquiera era original.
Propósitos
2
Este año mis propósitos serán más
conservadores, pensaba. Quería evitar las frustraciones y decepciones de los
últimos años. Tan solo el último día decidió que sus propósitos de año nuevo
serían obtener un nuevo trabajo y pintar su casa. El trabajo lo obtuvo antes de
dos meses y con los primeros sueldos pudo pintar su casa. El resto del año lo
pasó aburrido, sin saber qué más hacer.
Propósitos
3
El primer propósito era inscribirse en el
gimnasio. Cuando llegó, la cola era enorme y las vacantes pocas. Parecía que
todo el mundo se había hecho el propósito de inscribirse en el gimnasio este
año nuevo.
El segundo propósito era perder varios kilos.
Sacando cuentas, pagar una cirugía o liposucción le supondría un gran gasto.
Desembolsar semejante suma significaría dejar de comer un tiempo, así que de
una manera o de otra, bajaría de peso.
El tercer propósito era tratar de ayudar más a
la gente. Este propósito se diluyó en cuanto se encontró a la vecina pidiendo
una colaboración para su iglesia.
Solo le quedaba el último propósito de la
lista, el que había preparado para casos de emergencia, cuando todo hubiera
fallado.
Borró la pizarra donde había escrito todos sus
propósitos de año nuevo.
Me encanta leerte, es un hecho. Me haces pensar... me haces sonreír...
ResponderBorrarSupongo que el mejor propósito, es no tener propósito... Feliz año hermoso :)
Sí, al final lo más sincero es borrar la pizarra y que sea loq ue queramos que sea jajaja!!! Me ha encantado esta entrada, recoge humor, profundidad y reflexión :) Un cóctel al que no se puede decir que no!!! Un abrazo inmenso!!! Siempre que piso este lugar salgo con una sonrisa, y eso lo convierte para mí en oro puro (ese oro al que ni la hoguera más grande puede destruir ;)
ResponderBorrarFavole
Jajjajajajajaja, muy buena moraleja cada uno, si es que los propósitos son peligrosos: o no se cumplen (la mayoría) y en el extraño caso de que se cumplan ¡será porque no eran para tanto! Me ha divertido mucho.
ResponderBorrar