viernes, 25 de noviembre de 2011

Un pajarito en la colina

Desde que empecé este blog, hace exactamente 5 años, mi firme intención era escribir hasta que se me acabe la imaginación. La regla principal era - y sigue siendo - escribir cosas que me hubiera gustado leer. No fue fácil al principio, y en un arrebato de vergüenza borré los primeros ocho o diez posts publicados para tener un nuevo comienzo del blog, que es el que el lector puede ver actualmente.
La idea de escribir solamente para mí me dio un poco de libertad, ayudado por un muy poco protegido anonimato. Contradictorio como soy, siempre digo que no me importa si nadie me lee, pero me emociono cada vez que alguien pone un comentario a alguno de los posts. Desde que puse el contador de visitas, me asalta además la idea de si el lector casual podrá entender las cosas que escribo o si mi mensaje será entendido tal como quise que sea entendido. En esos momentos recuerdo siempre una frase de Borges que dice que al escritor le está dado escribir la fábula, pero es el lector quien escribe la moraleja.
Poco a poco me he ido acostumbrando al ritmo de publicación que mantengo ahora. Gracias a la programación de los posts, mantengo una regularidad de publicación y almaceno tonterías para las épocas de escasez. Aún así, ha habido un par de veces en que la falta de inspiración ha puesto la existencia de este blog en peligro de desaparición. Incluso llegué a escribir un último post de despedida temporal, que conservo aún listo para su publicación en caso de necesidad. Me gusta este "ultimo post" porque me da confianza para seguir escribiendo.
Durante este tiempo todavía no sé responder a la pregunta de por qué mantengo este blog. Al principio me decía a mí mismo que era para probarme a mí mismo que podía hacerlo. Luego la idea era que lo hago como hobby o para perder el tiempo, o para tener algo que hacer cuando no tengo ganas de hacer algo importante.
Ahora, como cada vez que este blog cumple otro año, me cuestiono la continuidad. Me pregunto si vale la pena, si todavía me queda algo por escribir. Y creo que aún queda algo por escribir. No sé que tanto. Si los posts que tengo guardados sirven de indicador, a este blog le queda un mes de vida. Hasta que la inspiración me llega de repente y me asegura un mes más de publicaciones. Así vive este blog. A salto de mata y con la amenaza del cierre. El llevar en esta situación ya un par de años no garantiza nada todavía.
Sin embargo, hay algunas luces de esperanza. Hace poco me puse a revisar los posts publicados anteriormente y me encontré leyendo mis propias tonterías con la candidez y curiosidad de quien lee escritos ajenos. He cumplido, pues, lo que me propuse desde el principio: escribir cosas que me hubiera gustado leer.
Por esa razón, aprovechando el aniversario, he decidido tomar un nuevo reto. Llevar estas tonterías al twitter. Como un regalo por el aniversario del blog, he decidido abrir una cuenta en Twitter, como @TontodelaColina. En la columna de la derecha podrán ver el enlace a mi cuenta. Aún no sé exactamente que voy a hacer allí, pero tampoco tenía una idea cuando empecé este blog. Como yo lo veo, allí pondré las minitonterías que he estado publicando aquí con el nombre genérico de frases twitteables y otras cositas que están perdidas en posts anteriores. Después, ya se verá.
Desde hoy, este tonto invade una nueva colina, pero seguirá viviendo por aquí. Al menos por un tiempo. Les invito a visitarme en esta nueva aventura.
Saludos.
El Tonto de la Colina.

1 comentario:

  1. Bienvenido a la colina de los pajarillos.
    Con ganas de leer tus minitonterías y tonterías de tamaño familiar. XD

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