Después de 6 años, los náufragos más famosos de la TV (no, no son los de la isla de Gilligan) regresan a sus respectivos hogares. Ahora se dedicarán a contar su historia ya pasada en las repeticiones y en el aniversario de su partida. No nos es difícil imaginar la forma en que pasarán al retiro tantos personajes (no, Tom Hanks y su pelota tampoco son parte). El humo negro buscará la paz en una tranquila chimenea en el campo, Vincent el perro envejecerá en una casa de familia con su pareja y sus perritos, Walt irá a la universidad y firmará de vez en cuando algún autógrafo.
En estas dos semanas en blanco que tenemos sin Lost, y sin fútbol hasta que empiece el mundial, nos entretendremos pensando sobre los misterios que quedaron sin resolver: Cómo harán los sobrevivientes para que los dejen acercarse siquiera a un avioncito de control remoto, sabiendo que han estrellado dos Boeing 747 y un helicóptero, además de haber volado dos submarinos, un barco carguero, sin contar con una bomba de hidrógeno, el incendio de la villa de Dharma y una tremenda explosión electromagnética en la escotilla.
Sobre todo, nos quedará el misterio más grande de todos: ¿Qué miércoles pintaban en la serie Nikki y Paulo? Esa duda sí que me atormentará hasta el fin de mis días.
Hasta siempre, Lost. Fue un gusto naufragar con ustedes.
PD. El gráfico que acompaña a este post proviene del blog Humor tonto para gente inteligente. Es buenísimo, lo recomiendo.
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