miércoles, 29 de septiembre de 2021

Fake news de la antigüedad



Las fake news no son un invento moderno. Han existido desde tiempos inmemoriales, siempre que a alguien le mueven la concepción del mundo, o le afectan algún privilegio o su cuota de poder. Me imagino que hasta en el tiempo de los cavernícolas habría alguien advirtiendo a todos que el hombre nunca podría dominar el fuego, y que con su uso todos los bosques del mundo acabarían incendiados, con toda la humanidad muriendo abrasada. Al igual que lo que sucede ahora, estas fake news fueron inventadas por gente con motivaciones ocultas, ya sea por política o por religión. Después de todo lo que se ha dicho en contra de las vacunas, de la tecnología 5G, me pongo a hacer balance de algunas cosas que respetados hombres de ciencia dijeron alguna vez y que mucha gente creyó, a pesar de las demostraciones en contrario. 

La zona ecuatorial es inhabitable. Durante mucho tiempo, se creyó que en la Tierra solo era habitable una franja de clima templado, y que mientras más al norte se viajaba, las temperaturas eran tan bajas que nada podía sobrevivir. Por el contrario, se decía, viajando hacia el sur la temperatura subía hasta que era imposible que nada viviera allí. Como prueba se indicaba la existencia del desierto del Sahara, que era lo más al sur a donde podía viajar un europeo. Esto era una creencia común incluso hasta después del descubrimiento de América. Aunque la idea de una tierra esférica ya estaba aceptada plenamente, la vida en las antípodas era considerada imposible. Eso de australianos y argentinos ha de ser mentira, una conspiración, si no hay tierras habitables al sur. 

Los vegetales venenosos del Nuevo Mundo. Con el descubrimiento de América, muchos animales y vegetales fueron descubiertos a los ojos de los europeos. Obviamente, los primeros en llegar a Europa fueron los vegetales alimenticios que los españoles encontraron en los territorios que conquistaban. Pero no todos fueron bien recibidos en Europa. Primero se enfrentaron al problema de la religión. Ninguno de los alimentos encontrados en el Nuevo Mundo estaba mencionado en la Biblia, por lo que muchos creían que eran alimentos diabólicos. En ese tiempo no era raro pedir permiso o al menos consejo a los sacerdotes antes de comer una papa o un tomate. La resistencia eclesiástica a estos alimentos se aplicó especialmente al cacao. Una planta que produce tanto bienestar al consumirla tiene que ser diabólica, decían. Con la papa y el camote sucedió algo similar. No es un fruto, es una raíz, decían los botánicos, por lo tanto, no puede ser apta para el consumo humano. A las papas se las acusó de ser causantes del escorbuto y la sífilis. Los tomates también sufrieron de discriminación al llegar a Europa, y fueron acusados de ser venenosos, y pasó mucho tiempo antes de ser aceptados en las mesas europeas, al menos fuera de Italia, en donde han encontrado una segunda patria. 

El ser humano no puede soportar la velocidad. Cuando se inventaron los ferrocarriles, había una competencia entre fabricantes para ver quién podía hacer viajes a mayor velocidad, aunque también había gente que pensaba y decía en voz alta que no había razón alguna para viajar más rápido que un caballo. Otros, de la especie que piensa que todo progreso es malo, afirmaban que el hombre no podía superar el límite de 30 millas por hora. A esa velocidad, decían, un hombre sufriría de vértigos antes de caer desmayado, los ojos no podrían distinguir los detalles y se perdería la visión, y por último, la vibración de la velocidad golpearía el cerebro y ocasionaría daños irreversibles, además de ansias suicidas que lo harían a la gente arrojarse del vagón. 

Las mujeres no pueden escribir a máquina. Cuando se inventaron las máquinas de escribir, en el siglo XIX, su uso se restringió solo a los hombres, pues se pensaba que las mujeres no tenían la fuerza suficiente para oprimir las teclas. Se decía que su uso deformaría las manos femeninas, escribir a máquina es cosa de hombres, decían. Era la época en que se pensaba que las mujeres no podían hacer muchas cosas que hoy damos por sentado, y cuando también se decía que las mujeres no podían pensar por sí mismas y se les negaba el voto. 

El cometa Halley es venenoso. Cuando a principios del siglo XX se predijo la llegada del cometa Halley, los astrónomos lo estudiaron con la nueva técnica del cromatógrafo de gases. Este permite saber la composición química de un objeto lejano. Cuando descubrieron que la cola del cometa contenía cianuro, se desató la histeria. En 1910 la tierra atravesaría la cola del cometa, y muchos dijeron que el cianuro envenenaría la atmósfera terrestre haciendo el aire irrespirable y matando a todos sus habitantes. Muchos tomaron entonces la llegada del cometa como el fin del mundo. Otros, con sentido más práctico, hicieron negocio vendiendo máscaras anti gases. Como suele ocurrir, la fecha llegó, el cometa Halley se pudo ver desde la tierra, y nadie se murió. Los agoreros del Apocalipsis se retiraron discretamente. 

Los satélites artificiales malignos. A partir de los años 60, cuando los satélites artificiales empezaron a usarse cada vez más, hubo mucha gente que pensaba en terribles y secretos usos para ellos. El hecho de que la mayoría de los satélites reconocidos públicamente eran norteamericanos (los soviéticos también lanzaron muchos, pero no los publicitaban) añadió tintes ideológicos a la oposición. Se les acusaba de formar una red de espionaje a nivel mundial que permitía controlar a cada habitante del planeta. Esto tenía parte de verdad, pero la sensibilidad de los instrumentos en ese entonces, y hasta hoy, lo hace imposible en la práctica. Desde los años 70, y hasta hoy, hay gente que afirma que los satélites son usados para crear o desviar tormentas y huracanes hacia territorios enemigos a los Estados Unidos, como si los huracanes no destruyeran ciudades allá cada dos o tres años. Otros científicos afirmaban muy seriamente que la sombra que proyectan los satélites sobre la tierra ocasionan cambios climáticos. Se podría explicar la imposibilidad de todas estas teorías, si es que dichas personas estuvieran dispuestas a escuchar y atender razones.

Por mi parte, yo ya he recibido mis dosis de vacuna y en mi ciudad todavía no hay 5G ¿A quién tengo que reclamar?

2 comentarios:

  1. Tambié decían que el tabaco era inofensivo. Un beso

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    Respuestas
    1. Cierto! Y también la goma de mascar. Esta era solo una muestra de los fake news antiguos. Se pueden hacer varios capítulos más de este tema.

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