Buscando un regalo para mi sobrina, voy en
busca de una tienda de animales que me han recomendado. En realidad tengo, sin
razón alguna, varias ideas preconcebidas de lo que es una tienda de animales,
desde el mismo nombre, que hace dudar si los animales son los que venden o los
que compran, y yo, que los pocos animales que he tenido a lo largo de mi vida
nunca vinieron de una tienda, voy con cierta desconfianza. Me imagino a unos
vendedores muy en contacto con su lado animal, maquillando a los productos para
que se vean más lindos y abrazables, o cosas así. La cosa no fue tan así, como
narraré a continuación:
La tienda, tal como sospechaba, es
reconocible desde lejos. Hay establecimientos que deben tener un ambiente
especial para funcionar. Una funeraria no se puede parecer a una tienda de
abarrotes, por poner un ejemplo. Y la tienda de mascotas tiene que tener un
olor a animal perceptible desde media cuadra a la redonda, y tener un encargado
que limpia, atiende al mostrador y además conoce perfectamente las formas
legales y varias de las ilegales en que puedes conocer al animal de tu
preferencia. Es que como en todo, hay mascotas de moda y otras que no.
Tímidamente, me acerco a ver las jaulas
que están en la parte exterior de la tienda, viendo a los gatitos bebés. Se me
acerca el dependiente, un joven que sin duda tiene una cara que hace juego con
los productos que vende.
-
Buenos Días, señor.
¿Está buscando una mascota? Tenemos precios, tamaños, colores…
-
Sí, estoy buscando
algo para mi sobrina.
-
Ah, muy bien tenemos
perritos Chihuahua, que están muy de moda, puede verlos aquí…
Los tales Chihuahuas no me parecen tan
bien, parecen aterrados al verme, o más bien aterrados con la perspectiva de
ser recibidos por mi sobrina, quien a su corta edad ya lleva una cantidad
impresionante de mascotas muertas. Se les ve temblorosos y con el terror
reflejado en sus ojos. El dependiente se apresura a explicarme que ese es el
aspecto natural de los Chihuahuas, y que no tengo nada de qué preocuparme. Se
equivoca, porque cuando me dice el precio de cada uno, veo que la cosa
realmente es para preocuparse. El efecto Paris Hilton a elevado al cielo el
precio de estos cachorros.
-
Están bien los
cachorros, pero yo estaba buscando una tortuga – Le digo, como quien cambia de
tema. El dependiente me mira con cara de extrañeza.
-
Las tortugas ya no se
usan, señor, se van reír de la niña, le van a hacer bullying y le van a crear
un trauma ¿Quiere que ella pase la vida yendo al psicólogo cuando sea grande?
-
Es que las tortugas
son más durables, no hay que sacarlas a pasear, y no es fácil que se escapen,
no se alejan mucho…
-
Las tortugas son
A-BU-RRI-DAS, señor, usted no va a ver a nadie que le saque fotos a una tortuga
para el facebook, tiene que llevarle una mascota fotogénica.
-
¿Qué me recomienda entonces?
-
Ahora se están
llevando mucho los ferrets, le puedo mostrar…
-
Oiga, ¡Esto es una
comadreja!
-
No, señor es un
ferret…
-
¿Y cuál es la
diferencia?
-
Estos son importados.
-
¿O sea que me quiere
vender una comadreja importada? Para eso me voy a mi pueblo, le traigo una y le
saco su carnet de extranjería, oiga, no me quiera engañar.
-
Vea, señor, ya veo que usted es un cliente
exigente, así que le voy a mostrar nuestros productos Premium, venga por acá,
por favor.
El vendedor me llevó a un cuarto interior,
no sin antes verificar que nadie nos veía. Allí encontré a varios animales que
a primera vista no parecían tener nada especial. Mi rostro de incredulidad
debía ser patente, porque el vendedor empezó a explicarse inmediatamente.
-
Cada uno de estos animales
son especiales, tienen cualidades diferentes, para clientes que saben apreciar
lo bueno. Vea este loro, es para clientes con problemas de asertividad, le
hemos enseñado a decir frases de autoayuda del propio Paulo Coelho…
Era cierto, apenas me vio, el loro empezó
a decir “Vamos, tú puedes, ¡Eres un guerrero de la luz!”.
Debo admitir que me
impresionó. Ya empezaba a imaginar cómo sacarle partido a un animal así, tal
vez cobrando para que la gente escuche sus conferencias. Pero el vendedor tenía
otros animales que mostrarme.
-
Este es un perro policía,
ya sé que me va a decir que parece un perro chusco, lo que pasa es que es un
policía de civil, que puede infiltrarse entre el resto y reunir información
valiosa, y cuando sea el momento apropiado aparecerá para hacer el trabajo
sucio, y cualquier cosa que haga dirá que simplemente estaba haciendo su labor,
que solo sigue órdenes.
La cosa ya me estaba gustando, esto sí era
más de mi nivel. ¿Y este canario? Pregunté al ver uno en una pequeña jaula.
-
Oh, no, este no es del
equipo, lo hemos traído como entrenamiento para que el perro policía lo haga
cantar… Mire más bien este gato, lo tenemos entrenado por la mafia siciliana,
lleva ratones y pájaros muertos a las personas que usted elija, como amenazas
de muerte.
-
¿En serio hace eso?
-
Claro que sí, justo la
semana pasada lo enviamos con un par de pescados muertos para informarle al
Padrino que Luca Brasi está durmiendo con los peces…
Yo ya estaba entusiasmado, aunque el
precio era más alto que los otros, dentro de todo el grupo de animales
especiales escogí para mi sobrina una tortuga coquetona, son unas mascotas muy
durables, no hay que sacarlas a pasear, y no es fácil que se escapen, no se
alejan mucho, y sobre todo, son muy fotogénicas, el vendedor me aseguró que
dentro de muy poco se van a poner de moda y van a aparecer junto a sus dueños
en todos los perfiles de Facebook…
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