sábado, 11 de julio de 2015

La tienda de animales


Buscando un regalo para mi sobrina, voy en busca de una tienda de animales que me han recomendado. En realidad tengo, sin razón alguna, varias ideas preconcebidas de lo que es una tienda de animales, desde el mismo nombre, que hace dudar si los animales son los que venden o los que compran, y yo, que los pocos animales que he tenido a lo largo de mi vida nunca vinieron de una tienda, voy con cierta desconfianza. Me imagino a unos vendedores muy en contacto con su lado animal, maquillando a los productos para que se vean más lindos y abrazables, o cosas así. La cosa no fue tan así, como narraré a continuación:

La tienda, tal como sospechaba, es reconocible desde lejos. Hay establecimientos que deben tener un ambiente especial para funcionar. Una funeraria no se puede parecer a una tienda de abarrotes, por poner un ejemplo. Y la tienda de mascotas tiene que tener un olor a animal perceptible desde media cuadra a la redonda, y tener un encargado que limpia, atiende al mostrador y además conoce perfectamente las formas legales y varias de las ilegales en que puedes conocer al animal de tu preferencia. Es que como en todo, hay mascotas de moda y otras que no.

Tímidamente, me acerco a ver las jaulas que están en la parte exterior de la tienda, viendo a los gatitos bebés. Se me acerca el dependiente, un joven que sin duda tiene una cara que hace juego con los productos que vende.
-          Buenos Días, señor. ¿Está buscando una mascota? Tenemos precios, tamaños, colores…
-          Sí, estoy buscando algo para mi sobrina.
-          Ah, muy bien tenemos perritos Chihuahua, que están muy de moda, puede verlos aquí…

Los tales Chihuahuas no me parecen tan bien, parecen aterrados al verme, o más bien aterrados con la perspectiva de ser recibidos por mi sobrina, quien a su corta edad ya lleva una cantidad impresionante de mascotas muertas. Se les ve temblorosos y con el terror reflejado en sus ojos. El dependiente se apresura a explicarme que ese es el aspecto natural de los Chihuahuas, y que no tengo nada de qué preocuparme. Se equivoca, porque cuando me dice el precio de cada uno, veo que la cosa realmente es para preocuparse. El efecto Paris Hilton a elevado al cielo el precio de estos cachorros.
-          Están bien los cachorros, pero yo estaba buscando una tortuga – Le digo, como quien cambia de tema. El dependiente me mira con cara de extrañeza.
-          Las tortugas ya no se usan, señor, se van reír de la niña, le van a hacer bullying y le van a crear un trauma ¿Quiere que ella pase la vida yendo al psicólogo cuando sea grande?
-          Es que las tortugas son más durables, no hay que sacarlas a pasear, y no es fácil que se escapen, no se alejan mucho…
-          Las tortugas son A-BU-RRI-DAS, señor, usted no va a ver a nadie que le saque fotos a una tortuga para el facebook, tiene que llevarle una mascota fotogénica.
-          ¿Qué me recomienda entonces?
-          Ahora se están llevando mucho los ferrets, le puedo mostrar…
-          Oiga, ¡Esto es una comadreja!
-          No, señor es un ferret…
-          ¿Y cuál es la diferencia?
-          Estos son importados.
-          ¿O sea que me quiere vender una comadreja importada? Para eso me voy a mi pueblo, le traigo una y le saco su carnet de extranjería, oiga, no me quiera engañar.
-           Vea, señor, ya veo que usted es un cliente exigente, así que le voy a mostrar nuestros productos Premium, venga por acá, por favor.

El vendedor me llevó a un cuarto interior, no sin antes verificar que nadie nos veía. Allí encontré a varios animales que a primera vista no parecían tener nada especial. Mi rostro de incredulidad debía ser patente, porque el vendedor empezó a explicarse inmediatamente.
-          Cada uno de estos animales son especiales, tienen cualidades diferentes, para clientes que saben apreciar lo bueno. Vea este loro, es para clientes con problemas de asertividad, le hemos enseñado a decir frases de autoayuda del propio Paulo Coelho…
Era cierto, apenas me vio, el loro empezó a decir “Vamos, tú puedes, ¡Eres un guerrero de la luz!”. 

Debo admitir que me impresionó. Ya empezaba a imaginar cómo sacarle partido a un animal así, tal vez cobrando para que la gente escuche sus conferencias. Pero el vendedor tenía otros animales que mostrarme.
-          Este es un perro policía, ya sé que me va a decir que parece un perro chusco, lo que pasa es que es un policía de civil, que puede infiltrarse entre el resto y reunir información valiosa, y cuando sea el momento apropiado aparecerá para hacer el trabajo sucio, y cualquier cosa que haga dirá que simplemente estaba haciendo su labor, que solo sigue órdenes.

La cosa ya me estaba gustando, esto sí era más de mi nivel. ¿Y este canario? Pregunté al ver uno en una pequeña jaula.
-          Oh, no, este no es del equipo, lo hemos traído como entrenamiento para que el perro policía lo haga cantar… Mire más bien este gato, lo tenemos entrenado por la mafia siciliana, lleva ratones y pájaros muertos a las personas que usted elija, como amenazas de muerte.
-          ¿En serio hace eso?
-          Claro que sí, justo la semana pasada lo enviamos con un par de pescados muertos para informarle al Padrino que Luca Brasi está durmiendo con los peces…

Yo ya estaba entusiasmado, aunque el precio era más alto que los otros, dentro de todo el grupo de animales especiales escogí para mi sobrina una tortuga coquetona, son unas mascotas muy durables, no hay que sacarlas a pasear, y no es fácil que se escapen, no se alejan mucho, y sobre todo, son muy fotogénicas, el vendedor me aseguró que dentro de muy poco se van a poner de moda y van a aparecer junto a sus dueños en todos los perfiles de Facebook…

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