lunes, 4 de octubre de 2010

Religión + Imaginación

En los tiempos en que yo era joven e inexperto, iba a la iglesia al catecismo, como preparación para la primera comunión. Nos enseñaba un curita que, hoy me doy cuenta, era un pozo de ignorancia, pero suplantaba esta falta con una dosis enorme de fantasía. Tal vez por eso nos caía bien a los niños, al contrario que a nuestros padres, que preferían al otro cura, que era uno de esos gringos con ojos azules y bicicleta.
Pues bien, el curita de mi cuento nos contaba las historias de la biblia de una manera más o menos pegada al texto oficial, pero sazonada con los productos de su imaginación desbordada, que echaba a volar sobre todo cuando alguno de los mocosos nos atrevíamos a hacerle alguna pregunta. Sus clases eran algo así como:

- Y Jesús dijo que si Ustedes tienen la fe del tamaño apenitas de un grano de mostaza… A propósito ¿Saben de qué tamaño es un grano de mostaza? A que no saben… seguro que ustedes solo conocen la mostaza que viene con el hot dog… No pues, la mostaza es más chiquita que una lenteja, más chiquita todavía que el anís, y de allí sale un arbolote grandote, como para que todos podamos dormir la siesta en su sombra… Como les decía, si ustedes tienen fe… A ver, Carlitos, tú, que estás distraído pensando en el recreo para jugar trompo… ven para acá… ¿Ves ese cerrote que se ve a lo lejos? ¡Acércate, pues, que no te voy a pegar…! Mira ese cerro allá… ¡Quiero que me lo muevas y lo arrojes a la playa! ¿Cómo que no puedes? Es que te falta fe, pues… ¡Pero Jesús sí que podía! Tu fe es chiquitita, chiquitita, y si la pudiéramos ver, seguro que se estaría peleando con las moléculas y los átomos…

Y todos nos reíamos con la explicación. Para la mancha de chiquillos que íbamos a la iglesia, que no conocíamos aún a Cantinflas y su interpretación del Padrecito, aquello nos parecía de lo más divertido. Nunca faltaban las preguntas.

- ¿Y la vez que Jesús multiplicó los panes?
- Esa vez fue que se le hizo tarde predicando, y la gente estaba desde la mañana con hambre, entonces agarró y cogió los panes que habían traído para el desayuno sus discípulos y empezó a partirlos en pedacitos, pedacitos… Con eso alcanzó para todos los que estaban allí, que eran un montón, gente como para llenar el estadio… Seguro que alguien habrá llevado mantequilla o jamonada para echarle al pan, porque toda la gente quedó contenta y aguantó hasta la tarde…

- ¿Ha visto “Ben-Hur”, Padre?

Hoy sé que lo más probable era que no la hubiera visto, o que lo haya hecho cuando él también era un mocoso, pero eso no le impediría tener una respuesta a la mano:

- Sí, sí me acuerdo de esa película, era de dos chicos que eran bien amigos, de esos que andan juntos para arriba y para abajo, pero que después se enemistan porque uno es judío y el otro romano…


Pero esas historias son mentiras… La que es verdad es la de “Los Diez Mandamientos”, cuando Moisés agarra su vara y parte en dos a las aguas del Mar Rojo… Allí pasaba la gente al costado del agua como por un caminito, y podía saludar a los peces que se acercaban a mirar por el agua, como cuando miran por la pared de la pecera… Allí cogieron algunos con la mano, para freírlos a la hora de la cena, junto con un poco de yuyo para acompañar...

Juro que varios años después, cuando ya pasaban esa película en la televisión, estuve buscando esa escena, hasta que me convencí de que era solo la imaginación del curita.

A veces también discutíamos los temas de actualidad, como por ejemplo la situación en el Medio Oriente:

- Sí pues, muchachos, hasta ahora los judíos siguen molestos con el faraón de Egipto, con los filisteos y los cananeos que viven en Palestina, que los tuvieron de esclavos en el tiempo de la Biblia… Por eso los atacan, y como ya no tienen a Sansón, se han conseguido unos aviones modernos, con bombas atómicas…

A pesar de todas las exageraciones e inventos – y aquí he puesto solo algunas – el curita logró interesarnos en la religión, y a mí, por lo menos, me enseñó el poder de la imaginación. Recuerdo que salíamos de la clase de catecismo diciendo siempre:

- Esto sí que es religión, y no lo que enseña el otro cura…

1 comentario:

  1. Creo yo que en realidad la intención del cura era simplemente tu reflexión final!! Interesar a los niños en la religión y vaya que esto es dificil, para tratar con niños hace falta imaginación y además mucho cariño.

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