martes, 14 de septiembre de 2010

Optimismo comercial


Muy temprano esa mañana, decidió que ese sería el día en que empezara la recuperación. Es cierto que el último año lo había tratado mal, pero fue a causa de la crisis mundial, la caída de los mercados globales impulsados por la crisis hipotecaria en Norteamérica, la baja de los precios de los metales y la debilidad del euro. Nada de eso importa ahora, los fracasos del pasado son el germen de los éxitos del futuro.

Ha analizado bien la situación. Lo peor de la crisis ha pasado ya. Los mercados inician su lento proceso de recuperación y se puede ver cierto tímido optimismo en las casas de bolsa. Además, sabe que no cometerá los mismos errores del pasado otra vez. El estudio de la idea de negocio ha brindado sus frutos, ha modificado el producto para hacerlo más atractivo al consumidor final, su estudio le ha indicado cuál será el público objetivo, para lo cual ha creado una innovadora campaña de publicidad basada en la interacción personal. Ha asegurado la cadena de abastecimiento para poder atender a la demanda, incluyendo las expectativas de crecimiento.
Ha planificado cuidadosamente el flujo de caja y establecido un plan que le permitirá una financiación adecuada a las características del negocio. Los índices de rendimiento y tasas de retorno no pueden mentir, piensa. Todos los riesgos financieros y de negocio han sido concienzudamente analizados y cuantificados, contando con un plan de contingencia adecuado que le permitirá una rápida reacción apenas se detecten los primeros síntomas de inestabilidad, lo cual implica, a su vez, un monitoreo constante de los indicadores de riesgo.

Esta vez no ha dejado nada al azar. Jamás ha estado tan seguro del éxito de un negocio como lo está ahora. Sonríe por un momento y piensa que tal análisis de negocio haría palidecer de envidia a muchas grandes compañías. Con el tiempo confiarán en él y le darán el lugar que merece entre los grandes ejecutivos del país. Sabe que las personas como él asumen los fracasos como nuevos retos a vencer y no pueden mantenerse fuera del mercado por mucho tiempo.

Por lo tanto, hoy es un buen día para el optimismo. Antes de salir besa a su esposa y le promete que pronto cosecharán lo sembrado hoy, pero para eso hay que trabajar muy duro.

Con una gran sonrisa en el rostro coge la bandeja de dulces y caramelos y se encamina hacia el próximo cruce de avenidas a ofrecer su producto.

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