domingo, 28 de octubre de 2007

Los mas aterradores disfraces de jalohuin


No se si lo soñé o lo viví. Estaba en la noche de jalohuin en mi casa cuando vino un grupo de disfrazados a pedir caramelos a la puerta de mi casa, todos con aterradores disfraces ¿O no eran disfraces? Nada de Dráculas, fantasmas o mounstruos, eran personajes de esos que aparecen todo el año dispuestos a quitarnos la sonrisa del rostro diciendonos que todo está de las mil maravillas.

Primero apareció uno disfrazado de Chemo Del Solar, con su peinado engominado, vincha de la trinchera norte y una camiseta de la "U" trasluciendo debajo de su terno.

- Unoz carameloz, majo, que nezezito energíaz para la zegunda fecha de partidoz, ¿Vale?... No te preocupez, que todavia tenemoz chance... ¡Hostia!

Junto a él, Uribe, con terno y una pelota, trataba de meterle zancadillas.

- No le haga caso señó... Yo soy el que merezco lo caramelo... Yo tuve mejore resultado que él...

Estaba a punto de ir a buscar un tamal para Uribe y un pedazo de jamón serrano para Chemo, cuando apareció el Puma Carranza empujando a los dos, al tiempo que vociferaba con voz de haber estado haciendo gárgaras con vidrio molido:

- Sáquense, que este es un deporte de hombres... ¡Dame caramelo!

Ante tanta expresividad verbal, le entregué un puñado de caramelos para aclarar la garganta.

Apenas recuperado del susto, apareció Toledo, con un terno desarreglado, una botella de whisky etiqueta azul en una mano, y en la otra un diploma en la que se leía en grandes letras "Unibersidad de Jarbard"

- Aquí he llegado de regreso, porque me estaban extrañando... Cuando me fuí, todos me decían "No te vayas"...

Emocionado, estuve a punto de darle toda una bolsa de caramelos, cuando llegó Eliane Karp, con un enorme poncho rojo, un medallón incaico y una peluca color rojo fuego:

- ¡Alejandgo! ¡Ya te descubgí! ¡Tienes a una mujeg en esta casa! ¿Y usted qué miga? ¡No se atgeva a tocag a mi cholo saggado!

Cerré la puerta aterrorizado, sin querer saber cómo terminaría la escena. Luego tocó Fujimori:

- Unos caramelos, qué en la base naval la comida es muy mala... Además mi hijita tiene hambre...

En realidad, Keiko tenía una cara de estar dispuesta a comerse un caballo, como quien dice. Le estaba dando un pollo a la brasa entero, cuando llegó Alan García:

- Hay que confiscar este pollo, a cuenta de todo lo que ha robado este sujeto, a quien no conozco... Ahora déme otro pollo, como multa por haberlo ayudado...

Hay que reconocer que ese argumento me convenció. Los tres se fueron con los dos pollos, mientras yo les escuchaba decir mientras se alejaban:

- ¿Ves? Te dije que esto iba a funcionar... Tu me ayudas y yo te ayudo...

A estas alturas ya tenía terror de abrir la puerta, pero aún faltaba lo peor. Nada menos que Hugo Chavez, con camisa y boína bolivariana:

- Usted, representante de la burguesía vendida a Bush, le demando la entrega inmediata de todos los caramelos que tenga, so pena de expropiación bolivariana.

- Disculpe, no me quedan más que una cuantas papitas fritas de ayer...

- ¡Cómo! ¿Se niega? ¡Es usted representante del servilismo yanqui! Pero ahora va a ver... ¡Evo! ¡Encárgate de este pendejo!

- Señor, ¿No tiene ni siquiera un poco de charqui?

- ¡Evo! ¡Así no se pide! ¡Ya no sé ni para qué te traigo! ¡Sólo sirves para jugar fulbito! ¡Ollanta! ¡Enséñale cómo se hace!

- No, yo no pido, recuerda que estoy en etapa de perfil bajo...

Aproveché la discusión para cerrar la puerta a toda prisa y colocar trancas. Después de tamaña experiencia, ya no quiero volver a saber nada del jalohuin, me mudaré en ese día, me esconderé y no me acercaré a la puerta, no vaya a ser que aparezcan por allí Magaly o Gisela.

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