viernes, 15 de enero de 2021

El microchip



Las primeras noticias del año 2021 se refieren al inicio de la vacunación contra el Coronavirus. Y en estos días es cuando aparece la gente que tiene miedo de que le inyecten un microchip disfrazado de vacuna contra el coronavirus. Cuando leo una de esas cosas que me envían como cadenas en las redes sociales me da vergüenza ajena y pienso qué voy a decirle a los extraterrestres cuando me secuestren y me pidan contarles sobre la gente de mi planeta. Afortunadamente tengo un generador de ucronías que todavía funciona y me permite saber que es lo que pasaría si en realidad se pudiera inventar un microchip que se pueda inyectar con una jeringa. A continuación, como primicia mundial, les presento cómo será la vida con un microchip insertado dentro de cada uno de nosotros. 

A mediados del año 2021, se anunció que los primeros microchips intracorporales ya están listos para su distribución. Como suele ocurrir, los primeros en probarlos son los ricos y famosos, que brindan entrevistas para mostrar las ventajas del chip. Son seguros en caso de secuestro, pues pueden enviar señales de localización, y se les puede rastrear igual como se hace con los teléfonos móviles. Pueden servir como identificador, eliminando la necesidad de cargar con documentos de identidad y tarjetas de crédito. 
Como consecuencia, muchas personas hacen cola en los centros de distribución para inyectarse la moda del microchip. Pronto salen al mercado los artefactos compatibles con el chip intracorporal. Puertas de garage, sistemas de iluminación y aire acondicionado, televisores y sistemas de sonido activados al detectar la cercanía del microchip, con los ajustes personalizados dependiendo de la persona. Pero como siempre, una cosa es lo que dice la publicidad y otra muy diferente es lo que pasa en la realidad. 

Salgo a la calle con mi microchip a hacer las compras de la semana, para enterarme cuando ya estoy en la cola de la caja que mi microchip no es compatible con el sistema de caja del establecimiento. Lo siento, nuestro sistema es IOS y usted tiene microchip Android, me trata de explicar la cajera cuando le estoy haciendo un escándalo por no aceptar mis compras. Otro cliente en otra caja se queja de que le han hackeado el microchip, mientras la cajera le dice que tiene que cambiar de microchip, porque el sistema no lo lee. 

Al llegar a casa, veo en los noticieros sobre el último hackeo de Anonymous a los microchips, han divulgado el historial de ubicaciones de miles de personas, incluyendo a autoridades y respetable gente que ha estado en lugares nada respetables. 
Cuando al otro día le comento este tipo de noticias a un compañero de trabajo, este me dice que esas noticias son totalmente confiables, incluso su esposa ha descargado el programa de rastreo de microchips, y lo ha cargado con sus datos. Ahora no puede escaparse de la casa ni decir que se queda tarde en el trabajo, porque su mujer tiene su ubicación controlada a todas horas. Ese maldito microchip me ha desgraciado la vida, concluye. 

Otro de los problemas del microchip es que, como ha sido introducido al cuerpo por el torrente sanguíneo, puede salir de la misma manera. Hay noticias de personas que han donado sangre y su microchip ha terminado en el cuerpo de otra persona, y han realizado compras a cuenta ajena. En uno de tales casos, la policía fue a arrestar a una persona basándose en la ubicación que le daba el chip, y arrestaron a otra que había recibido la transfusión. Se dice que algunos han expulsado el microchip por alguna lesión con sangrado, o incluso por el sistema digestivo. 

Los chinos también han hecho su versión del microchip, más barato y con mejores prestaciones, y los han empezado a vender en todo el mundo. El intento de los norteamericanos de volver el microchip chino ilegal solo ha hecho al negocio más rentable. Las ventajas del chip chino es su mayor capacidad de memoria y la capacidad de apagar el microchip mediante un app. Cuando las autoridades se dieron cuenta, encontraron personas con más de un microchip, cada uno con datos personales diferentes. 
Apareció así la clonación de microchips. En una operación policial se encontraron traficantes que llevaban en su torrente sanguíneo decenas de microchips. 

Mientras tanto, yo sigo luchando para que en algún establecimiento puedan leer mi microchip. Tienen que pasarme la maquinita lectora varias veces y siempre sale error. Cuando voy a reclamar, me dicen que por error me han puesto el microchip de mi perrito. El funcionario que me atiende me dice que aproveche para pedir un seguro o un crédito bancario, porque si mi microchip se lo pusieron al perro, los bancos y las aseguradoras creen que yo estoy la mayor parte del tiempo en mi casa y solo salgo al parque un par de veces al día, y ese tipo de personas son las que obtienen los mejores créditos y seguros de vida. Al final, me dicen que no pueden solucionar mi problema porque los microchip para reinstalar se han agotado, y no van a llegar hasta el otro mes. Lo que pueden hacer, me explicar, es inyectarme un chip provisional, que dura un mes, hasta que llegue la nueva remesa. Cuando salgo, entro a un comercio para probar, y recibo una respuesta que ya no me sorprende: “Lo siento, señor, no podemos atenderlo, el chip que usted tiene es una versión antigua, nuestro sistema solo atiende chips con la versión de hardware 4.0 o superior”. 

Con cosas como estas, sé que debería sentirme mal, pero me consuelo pensando en todos aquellos que están empezando a aparecer tumbados en la calle, y que son atendidos por empleados desmotivados que solo explican a los transeúntes “Es que se le cayó el sistema a su chip”.

2 comentarios:

  1. Yo no descartaría nada. Mira los aviones y quién lo hubiera dicho. Un beso

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  2. muy original tu entrada. Habrá chip que nos protejan contra los malos gobiernos?

    saludos

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