Hace poco volví a
ver “Pulp Fiction” en la televisión. Como suele pasar cuando uno ve algo que no
veía hace tiempo, llamaron mi atención cosas que antes había pasado de largo.
Una de ellas es el monólogo de Jules Winnfield (Samuel L. Jackson), que dice así:
“El camino del hombre recto
está por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía
de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de
la buena voluntad saque a los débiles del valle de la oscuridad. Porque él es
el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y
os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos
que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre
es Yahvé, cuando caiga mi venganza sobre ti!”
Esta parrafada se supone ser una cita
bíblica, y así lo cree hasta hoy mucha gente, que no se ha molestado en
buscarla para verificarla. Tal como ha pasado tantas veces, el cine nos miente.
O mejor, el cine es un mundo paralelo donde tales cosas son ciertas durante dos horas, con tal sacar a flote nuestras emociones.
Tonto como soy, me puse a analizar la
larga apócrifa cita. La cita en verdad tiene el tono del Antiguo Testamento, como que es
una variación y una expansión de otro pasaje verdadero, de los muchos que usan
en nuestra realidad la gente violenta para justificar sus acciones. El que lo
diga un tipo cool como Samuel Jackson la hace más creíble. Estoy seguro que la
frase no habría tenido tanto éxito si la hubiera dicho John Travolta.
¿Y que significa la frase? El propio
personaje duda de su significado. Tal vez sea yo el pastor y tú el hombre malo,
dice; tal vez el mundo es el injusto y está arma es el pastor, pero la verdad
es que yo soy el hombre malo, aunque estoy tratando con mucha fuerza de ser el
pastor. Al final – y esta es la gracia de la película – la frase no significa
nada, y la verdad la dice el propio Jackson al inicio de la escena: sólo es una
buena frase que decir a alguien a quien va a matar. Si esto es cierto, entonces
Tarantino nos está dejando una lección: una frase por sí sola no tiene un
significado más que el que cada uno quiera darle. No seamos tan literales ni
siquiera con la Biblia, ya ven que los estoy engañando con una cita falsa. Incluso nos da el número de versículo para que la comprobemos fácilmente.
Debo admitir que la frase me gustó,
empieza con una bendición y termina con una maldición, muy propio de Tarantino.
Cuenta la historia que al director le gustaba la capacidad de Samuel L. Jackson
para memorizar largos parlamentos y escribió este especialmente para él. Y la
cita perseguiría al actor un poco más. Podemos ver la primera línea del versículo en la
película “Capitán America: Winter Soldier” con la misma falsa referencia
bíblica Ezequiel 25:17, en la lápida de Nick Fury, interpretado por el mismo
actor, un poco burlándose y recordándonos de nuevo que en el mundo ficticio de
las películas, estas cosas son posibles.
Y hay algo más. En la película “Los
increíbles”, en la que Samuel L. Jackson es la voz de Frozono, se le escucha criticando
a los malvados que recitan un monólogo antes de matar a alguien, tal como lo
hiciera su personaje en “Pulp Fiction”.
Sin más que agregar, cierro mi post,
guardo mi tablet y me dispongo a encender la televisión, con la esperanza de
encontrar un nuevo tema sobre el cual escribir. Buenas Noches.
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