Hace tiempo vivió
en Alemania un señor llamado Friedrich Nietzsche, quien concluyó que la
dificultad para deletrear o siquiera pronunciar correctamente su nombre era un
anticipo de su destino, por lo cual se dedicó al estudio de la filosofía. Algo así como:
Si crees que mi nombre es difícil, espera a que leas mis libros. Ignoro si Don
Federico estaba al tanto de que solo con ser alemán y además filósofo ya tenía la
mitad de la tarea hecha, pero igual se dio a la tarea con un entusiasmo y una
disciplina admirables. Fruto de este esfuerzo fue ese famoso libro llamado “Así
hablaba Zaratustra”, piedra angular de la civilización moderna, o sea que es un
libro sólido, denso, pesado y duro, como corresponde a toda piedra angular que
se respete.
El problema es
que sus libros, y en realidad sus ideas no son para nada interneteables o
fáciles de digerir sobre todo en esta generación que se conforma con Paolo
Coelho y la literatura de autoayuda. Lo único que queda son unas cuantas frases,
invariablemente malinterpretadas en la red. Por ejemplo, la frase “Dios ha
muerto”, ha servido para justificar cualquier cosa en nombre del ateísmo. Pero Nietzsche
también desarrolló el concepto del “übermensch”, que es el hombre bueno, cuya
moralidad y escala de valores sustituye al Dios castigador y vengativo para
impulsar la bondad en las acciones humanas. Lo malo es que la errónea
traducción del término y la unión con la idea anterior termina para muchos en el absurdo
simplismo de decir que según Nietsche, Dios ha muerto, pero aún nos queda
Superman.
La otra frase célebre
que nos dejó es “was uns nicht umbringt, macht uns stärker”, pero, claro, como
lo dijo en alemán, no le hicieron tanto caso por acá hasta que lo tradujeron a “Lo
que no nos mata, nos hace más fuertes”. A esta frase sí le han sacado el jugo
los autores de libros de autoayuda, la han exprimido, trivializado, empaquetado
y la han vendido como el remedio universal contra las penas. La influencia de esta frasecita sirvió además para cosas tales como crear el guión de todos los enemigos de Gokú, para justificar que aguantemos calladitos un montón de cosas en los últimos treinta gobiernos, y para hacer una que otra burrada a lo largo de nuestras vidas.
Yo no soy un filósofo,
ni he estudiado la obra de Nietzsche, pero estoy seguro de que cuando escribió
esta frase no estaba pensando en las mujeres con desengaños amorosos ni en
aquellos que han tenido un contratiempo en la oficina, como si hubiera gente
que de verdad se muriera por esas cosas.
Pero como esta es
una página de tonterías, y ya he hablado en difícil un buen rato, me decidí a
escribí y a buscar malinterpretaciones de esta frase, para ver si aunque sea
por reacción, nos ponemos a investigar un poco que quiso decir Nietzsche cuando
dijo lo que dijo:
- Lo que no te mata, debería.
- Lo que no te mata, está ganando experiencia para tener éxito la próxima vez.
- Lo que no mata, engorda.
- Lo que no te mata, es que falló por poquito.
- Lo que no te mata, es lo que te dejó hecho una piltrafa.
- Si lo que no me mata me hace más fuerte, esa diarrea me va a dejar convertido en Hércules.
- Lo que no nos mata nos hace más fuertes, pero lo que no nos mata, también se hace más fuerte.
- Lo que no te mata, te deja tan apaleado que luego aceptas cualquier maltrato y terminas diciéndote a ti mismo que eso te fortalece.
- Lo que no te mata te hace más fuerte, o te deja más tonto.
- Lo que no te mata, te vuelve insoportable pidiendo likes en facebook.
- Lo que no te mata, te hará empezar a buscar las esferas de dragón.
- Lo que no te mata te hace más fuerte, lo que sí te mata, pues ni modo.
- Lo que no te mata, ya tendrá otra oportunidad más adelante.
- Lo que no nos mata, nos hace más fuertes, excepto al Coyote, que sigue igual de flaco.
- Lo que no te mata, te hace pedir tragos más fuertes.
- Lo que no te mata te hace más fuerte, ahora dile eso a tu hígado.
- Lo que no te mata, te hace más fuerte. Y yo voy a hacerte más fuerte, y si no lo logro, pues...
- Lo que no nos mata, nos da excusa para andar presumiendo de que nos hizo más fuertes.