Dicen que para
ser famoso e importante uno tiene que nacer en el lugar adecuado. No crean en
todas las historias que se cuentan de aquellos que nacieron pobres y luego llegaron
a ser grandes hombres, porque hasta para nacer pobre y triunfar uno tiene que
nacer en el lugar correcto. Yo podría contar la historia de gente que he
conocido y que habría sido famosa si hubiera nacido en un país donde sus
talentos sean reconocidos, en una ciudad donde se le hubieran podido dar las
facilidades.
¿Han oído hablar alguna vez de Parmenio Uchupampa? Era un hombre
que nació con la habilidad de descifrar mensajes secretos, su facilidad para
descubrir claves y encriptaciones no ha sido nunca igualada y tal vez no lo sea
nunca. Uno pensaría que con tal habilidad Parmenio estaría en la NASA
identificando transmisiones extraterrestres, o en algún organismo internacional
descifrando mensajes en clave del enemigo, o creando sistemas de seguridad
imposibles de hackear. Pero no, Parmenio Uchupampa nunca salió del pequeño
pueblo en el que nació, nunca pasó de la escuela primaria que era lo único que
se enseñaba en su pueblo, nunca dejó de trabajar la tierra y en lo único que
usó sus habilidades fue para que no lo engañen a la hora de vender los
productos de su chacra o cuando compraba fertilizantes e insecticidas. Nunca
llegó a ser descubierto por nadie, no llegó siquiera a una ciudad grande y
murió sin que él mismo supiera que tenía ese don. Por eso es que su nombre es
ignorado entre los grandes de la historia, Triste pero cierto.
Pero algunos
nombres sí llegan a ser conocidos, aunque su fama solo trascienda el ámbito
local, como Segismundo Froy, que es el nombre con el que nació nada menos que
Sigmund Freud en el humilde pueblo de Opatambo, del cual ya he hablado antes. Yo
sé que me dirán que Freud no nació por aquí, que era un judío austriaco y que
estoy diciendo tonterías. Pues yo tampoco tengo muy claro el asunto, no sé si
es una reencarnación o una vida paralela, lo único que tengo claro es que
Segismundo Froy nació en Opatambo y que inventó el psicoanálisis, el que no me
cree, puede preguntar en su pueblo, que allá era muy conocido, por lo que a
continuación voy a dar más detalles, porque yo no miento y lo puedo probar:
Segismundo nació
como dije, en Opatambo, que es un pueblito colgado de una montaña en lo más
profundo de mi país, en un paisaje no muy diferente al de los Alpes de Austria,
como para no ir muy lejano de lo del origen austriaco. En su niñez no era raro
encontrarlo detrás del mostrador de la única farmacia del pueblo, propiedad de
su padre, donde demostró habilidad para el oficio. En los pueblos pequeños
alejados de todo, el farmacéutico debía tener varias habilidades. Ya que el
único médico que había repartía sus consultas en varios pueblos y la falta de caminos
hacía que las medicinas más simples tardaran en llegar, el padre de Segismundo
hacía de médico, dentista, herbolario y veterinario, todo ello asistido por su
hijo, quien demostraba talento y entusiasmo por la investigación de hierbas
medicinales. Sus investigaciones sobre el uso de la coca como anestésico lo
hicieron famoso en el pueblo y aún en los pueblos de la región. Aparte de esto
su carácter abierto y simpático ganaba la confianza de la gente, que acudía a
contarle sus problemas con la esperanza de que él ayude a solucionarlos. Fue
Segismundo el que estableció por vez primera la relación entre los sueños y el
estado de ánimo de las personas. La gente del pueblo consideraba divertido
contarle a Segismundo lo que había soñado la noche anterior, que así logró escribir
su primera obra, El Tratado de Interpretación de los Sueños, con toda una
sección dedicada a los sueños provocados por una mala digestión, ignorada en
las ediciones europeas, y que era tan completa que podía determinar qué sueños
provocaba un pescado mal cocinado, demasiados frejoles o una borrachera con
chicha de jora. Por supuesto, el médico del pueblo (quien repartía sus consultas entre varios pueblos y solo atendía en Opatambo una vez a la semana) rechazaba tal doctrina
calificándola de simples invenciones, lo cual no disminuyó la popularidad de
Segismundo.
En el local de la
farmacia, que ahora regentaba tras la muerte de su padre, seguía interesado en
escuchar a la gente. Ya que la gente parecía liberarse de sus problemas después
de contar todo libremente, colocó un cartel en la farmacia de “Me alquilo para
escuchar sus problemas”. El servicio se hacía en un cuartito privado con un
diván para que la gente se sintiera cómoda mientras contaba sus cosas mientras
él apuntaba lo más interesante en su libreta. Es de esta manera que se creó el
psicoanálisis. La relación entre los problemas psicológicos y los traumas de la
infancia siempre fue clara para él, ya que en un pueblo tan pequeño conocía
toda la vida de sus clientes y no hacía falta preguntar demasiado. Para lo que
necesitaba el consultorio privado era para las confesiones sexuales, de lo que
obtenía las relaciones de estas con los problemas actuales de la gente. Su
nuevo libro sobre el psicoanálisis causó un gran impacto debido a que los
ejemplos que usaba para apoyar sus teorías demostraban también que la mitad del
pueblo engañaba a la otra mitad del pueblo y viceversa. Esto hizo que sus
teorías fueran rechazadas y se viera obligado a huir del pueblo rumbo a la capital.
Mientras se
trataba en la capital de la tos de fumador que había traído de su pueblo (y de
la cual falleció pocos años después), introdujo su método en los hospitales de la capital,
donde fue muy controvertido al tildársele de excusas para que los médicos se
queden conversando con los pacientes y argumentar que solo era una forma de
enterarse de los chismes más calientes, ocupación ésta muy popular en Lima. Es por esto que cuando llegaron al Perú los más famosos psicólogos para presentar los nuevos avances en materia de psicoanálisis, fueron ignorados, tales avances eran ya conocidos en Lima gracias a la labor de Segismundo Froy.
Como dije, esto
me lo contaron en su pueblo, que Segismundo Froy nació en Opatambo, inventó el
psicoanálisis y que el otro, el austriaco, era un seudónimo para que la gente
de Europa le crea y sus ideas tengan validez, como la tienen hasta hoy. Es que
para ser famoso e importante uno tiene que nacer en el lugar adecuado.