Esta falta de inspiración que tengo desde hace
ya semanas, se está haciendo alarmante. No se me ocurre algo decente para
escribir, y lo peor es que ya he hecho varios posts sobre mi falta de
inspiración, así que ni sobre eso puedo escribir. Buscando cómo terminar con
esta fase de sequía, estoy tratando con métodos que antes no había usado. He
buscado, por ejemplo, ayuda en el call center de las musas, aunque sea para ver
si lo que cobran por minuto vale la pena. Y no lo vale, lo poco que pude hablar
con el servicio fue más o menos así:
- Buenas noches, ha llamado usted al servicio de
musas, para problemas de inspiración al escribir una carta de amor, marque 1;
para bloqueo de escritor, marque 2; para discursos en bautizos, funerales y
aniversarios, marque 3; para pintores y escultores, marque 4, para músicos sin
inspiración, marque 5; para asistencia personalizada, marque 0.
(Silencio mientras el teléfono espera la señal
de la tecla)
- Ha marcado usted para atención personalizada,
por favor no corte, en unos momentos le atenderá una de nuestras expertas
musas.
(Tono de espera)
- Buenas noches, yo soy Erato, su asesora
personal ¿En qué le puedo ayudar?
- Verá, señorita, yo tengo un blog, y…
(Click)
Creo que como los blogs ya pasaron su época de
apogeo, el call center ya no los atiende.
Me decido a preguntar a la gente de la oficina
si hay alguna anécdota o historia graciosa que pueda sazonar de surrealismo
para escribir:
- A ver, señoras, señores y señoritas…
¡Cuéntense algo!
- Cri, Cri, Cri…
Es que ya pasó de moda el silencio sepulcral y
ahora se usa el sonido del grillo para indicar que nadie quiere decir palabra.
Al cabo que no tenía muchas esperanzas de escuchar algo diferente a las historias
clichés de siempre.
La otra posibilidad para poder inspirarse y
escribir algo es enamorarse, la alternativa que menos me gusta, porque ocasiona
muchos gastos, dolores de cabeza y a mí me dura muy poco. Pero si no hay otra,
habrá que aceptarla, que no se diga después que esto de escribir cuentitos no
es una labor que no exige sacrificios. Entro a las redes sociales de moda para
encontrar pareja y la verdad es que todas están muy disparejas. No hay muchas
que puedan hacer de musa sustituta, y las pocas que hay no aceptan menos que un
millonario extranjero de ojos azules, el mercado está duro para los literatos.
De todas maneras he dejado como aviso, como súplica, como grito desesperado mi
“Se busca señorita agraciada con fines estrictamente literarios, que me sirva
de musa inspiradora de poemas, endechas, décimas espinelas, o por lo menos de
minirelatos para un blog o de frases twitteables. Se ofrece fidelidad mientras
dure, una pequeña fama entre mi puñado de lectores y muchas, muchas letras
inútiles. Razón en mi colina.”
Este monologo me ha encantado, reí con la primera parte y me enganche con la historia hasta el final. Me encanta leerte. Te mando un abrazo enorme y nos leemos
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